En esta tercera entrada de la serie dedicada a la aplicación de la Teoría del aprendizaje musical (MLT) en la enseñanza del piano, hablaré sobre la segunda etapa de tres que forman parte, según mi entender, de los primeros años de formación (etapas que, claro está, durarán más o menos según la edad y capacidad del alumno). En la primera entrada hago un resumen de los conceptos comunes a las tres etapas y describo por encima en qué consiste cada etapa. La segunda entrada está dedicada a describir en profundidad la primera etapa, los inicios. Recomiendo leer primero las dos primeras entradas antes de continuar con esta, para conocer los conceptos introducidos en ellas ya que vuelvo a referirme a ellos aquí.
Cuando el alumno ya tiene asimilados los conceptos básicos de la primera etapa y es capaz de expresar sus propias ideas musicales – a su nivel – usando el vocabulario que ha adquirido y con los comienzos de unos buenos hábitos técnicos, con esto ya consideramos acabado lo que podríamos llamar Iniciación, y entramos en la segunda etapa de aprendizaje, que consiste en un trabajo más formal y secuenciado tanto de patrones tonales y rítmicos como de conceptos musicales (a diferencia de la primera etapa que solemos considerar enseñanza informal). Se busca la consolidación de buenos hábitos de técnica y de ejecución y se presta mucha atención a la importante labor de asentar el amor a la música y al piano en particular. Las piezas serán un poco más complejas y van a requerir reconocer auditivamente – no a través de la lectura, que aún está por llegar – patrones tonales y rítmicos familiares dentro de un contexto tonal y/o rítmico, que en cuanto a lo tonal será modo mayor y menor y en lo rítmico, métrica binaria y ternaria (a la vez se sigue exponiendo al alumno a una gran variedad de otros modos y métricas a través de canciones). Los alumnos también utilizarán su comprensión de la estructura de una pieza para facilitar su memorización y la creación de variaciones.
Encarando ya el tema de esta entrada, la haré de forma parecida a la anterior, dando primero un repaso al contenido general de la segunda etapa, para luego entrar más en detalle.
La segunda etapa: la consolidación y ampliación de los primeros conceptos musicales y de técnica.
Si en la primera etapa se sientan las bases de los principales conceptos musicales (métrica, modo…) buscando de manera informal que el alumno aprenda a diferenciarlos auditivamente, en la segunda etapa se busca consolidar estos conceptos y asociarlos con sus respectivos nombres, para así poder trabajar con ellos. Así mismo se añaden nuevos conceptos (funciones tonales y rítmicos, por ejemplo) y se comienza un trabajo secuenciado de patrones para ampliar todo lo posible el vocabulario musical, el cual se utiliza creativamente a través de la improvisación y/o la creación de variaciones y pequeñas composiciones. En cuanto a la técnica, se busca consolidar unos buenos hábitos y se añaden nuevas habilidades técnicas adecuadas al desarrollo del alumno. Se sigue con las actividades fuera del piano (todo tipo de movimiento, reconocimiento de patrones en canciones, práctica con patrones…) donde el alumno, además de afianzar lo ya aprendido, entra en contacto no sólo con los nuevos conceptos sino con otros modos y métricas que sirven de contraste a los que se trabajan en esta etapa, como ya se venía haciendo en la etapa anterior.
Habilidades musicales (audiación)
Aparte de consolidar lo ya aprendido en este viaje de desarrollo de la audiación, en esta etapa se añaden nuevas habilidades importantes. Las principales son las siguientes:
- Distinguir auditivamente y nombrar modo mayor/menor y métrica binaria/ternaria
- Distinguir auditivamente y nombrar funciones rítmicas (macro y micropulsos, divisiones, alargamientos, silencios…)
- Repetir y crear patrones rítmicos de diferentes funciones en binaria y ternaria con sílabas rítmicas
- Distinguir auditivamente los modos mayor y menor
- Distinguir auditivamente las funciones de tónica y dominante en mayor y menor
- Cantar y tocar patrones tonales de tónica y dominante en mayor y menor con sílabas tonales
- Utilizar su vocabulario de patrones tonales y rítmicos para comprender y aprender de memoria piezas musicales más complejas en diferentes tonalidades
- Utilizar su conocimiento de patrones y las sílabas tonales para transportar piezas a varias tonalidades
- Utilizar su vocabulario de patrones para crear sus propias piezas y variaciones.
- Utilizar su conocimiento de tónica y dominante para crear una línea de bajo sencillo para melodías en mayor y menor, cantando y tocando
Técnica pianística
En cuanto a la técnica pianística, se presta mucha atención a la consolidación de lo asimilado en la primera etapa, ya que son hábitos que a veces tardan en asentarse. Aparte de esto, se va ampliando su “repertorio” de recursos técnicos:
- Se sigue consolidando una posición correcta, con un uso natural y relajado de los dedos, la mano, la muñeca y el brazo junto con una postura erguida y relajada.
- Consciencia del uso del brazo y muñeca en el ligado de dos y tres notas, ahora con diferentes combinaciones de todos los dedos, hasta finalmente acabar tocando legato con los cinco dedos con la muñeca relajada y flexible.
- Consciencia del uso de dedos/brazo/muñeca en notas separadas (también notas dobles), ahora con todos los dedos
- Introducción de triadas arpegiadas entre las manos
- Coordinación de las manos tocando juntas
- Un primer contacto con las escalas asociado con el aprendizaje de nuevas tonalidades pero sin aplicación, de momento, en piezas o ejercicios.
Procedimientos habituales durante la clase
El realidad los procedimientos no varían demasiado en relación a la primera etapa excepto en que se van adaptando al alumno según se va desarrollando física e intelectualmente y según las necesidades de cada uno. Se sigue haciendo actividades fuera del piano (alternando estas con el trabajo de piezas en el piano) con movimiento de cuerpo entero, canciones, y actividades con patrones tonales y rítmicos, para luego ponerlas en práctica en el piano (no necesariamente el mismo día), sea tocando piezas o en actividades de creatividad e improvisación. Para introducir técnicas nuevas se sigue recurriendo a imágenes mentales de todo tipo y al movimiento para tener más consciencia de del cuerpo.
La novedad en esta etapa son las sílabas tonales y rítmicas que se usan para dar nombre a los patrones que el alumno ya conoce auditivamente, que se trabajan de manera secuenciada. Se pasa de la imitación a la utilización de la audiación del alumno, poniendo en práctica las herramientas de las sílabas tonales y rítmicas, y se va prestando más atención a la partitura como preparación para la lectura. Las improvisaciones son menos aleatorias, pasando a ser basadas en sus conocimientos musicales.
Habiendo hecho este pequeño resumen de las particularidades de esta etapa, ahora vamos a ver con más detalle los aspectos mencionados: primero el trabajo de la audiación, luego el planteamiento de la técnica pianística de esta segunda etapa, y finalmente algún detalle más sobre las prácticas habituales en la clase, con algunas sugerencias de materiales y libros que encuentro útiles.
¿Cómo se trabaja la audiación en la segunda etapa?
Al ser esta etapa de una enseñanza más formal y compleja que la anterior (con más contenido que se tiene que dar de forma secuenciada, cosa que en un sólo artículo sería impracticable describir con detalle) os remitiré en algunos casos a otros artículos de este blog para que los más interesados puedan conocer mejor y con más profundidad los diferentes procesos.
Puntos 1, 2 y 3 de las habilidades musicales: el trabajo de nuevos conceptos rítmicos y patrones con sílabas rítmicas
Como ya se ha dicho, esta etapa se diferencia de la primera en que pondremos nombre a los conceptos que anteriormente se han aprendido auditivamente. En el caso del ritmo los alumnos aprenderán a distinguir auditivamente y nombrar métrica binaria y ternaria así como las diferentes funciones rítmicas (macro/micropulso, divisiones…), y a repetir y crear patrones rítmicos con estas funciones utilizando sílabas rítmicas. Son sílabas basadas, no en las grafías rítmicas (como las sílabas de Kodaly, por ejemplo), sino en funciones (macro y micropulso, divisiones, alargamientos…).
Lo que siempre hay que tener muy presente es asegurar que estemos respetando la secuencia de aprendizaje para asegurar un aprendizaje sin fisuras. En esta etapa los alumnos suelen diferenciar bastante bien las métricas binaria y ternaria porque ya lo han trabajado en la primera etapa, pero siempre va bien asegurarlo. Hecho esto, lo que nos interesa es que pongan nombre a lo que tienen asimilado auditivamente. Se pueden hacer parecidas actividades de movimiento que en la primera etapa (e inventar nuevas) para ahora identificar verbalmente la métrica al reconocer cómo se divide de la macro en grupos de dos o de tres micropulsos. Nota: Antes de seguir, recomiendo leer este artículo del blog, para una explicación detallada de cómo trabajar los patrones rítmicos y donde se señalan los pasos a seguir para introducir un nuevo concepto.
Dando por sentado que ya habéis leído el artículo mencionado en el párrafo anterior, me limitaré a señalar brevemente la secuencia a seguir en esta etapa. Es posible que en la primera etapa los alumnos ya hayan llegado a la asociación verbal del macro y micropulso en binaria y ternaria con las sílabas rítmicas correspondientes (DU DE y DU DA DI); si no, ahora es el momento de hacerlo, con actividades de movimiento similares a las de la primera etapa, solo que ahora identificarán verbalmente la métrica según escuchen y sientan en el cuerpo los estos micropulsos: si encaja “DU DA DI” con lo que sienten, aprenderán a asociarlo con la palabra “ternaria”, si encaja “DU DE” lo asociarán con la palabra “binaria”. Si sólo oyen el DU (coincidiendo con alternar el peso en cada pie), lo asociarán con “macropulso” (o “macro”) y si lo que oyen coincide con los golpes suaves de la mano en las piernas o en el pecho los asociarán con “micropulsos” (o “micros).
Cuando está claro que el alumno identifica, mediante las sílabas rítmicas, la métrica y los macro/micropulsos, se empieza a introducir las otras funciones rítmicas (divisiones, alargamientos…) siguiendo la secuencia de aprendizaje. No hay que tener prisa: se pasa bastante tiempo practicando patrones de macro/micro, y las piezas se mantienen en este modo bastante tiempo hasta que el alumno tenga un buen vocabulario de patrones y pueda crearlos él mismo e improvisar con ellos. Se toma en cuenta también las posibilidades técnicas del alumno para valorar si introducir divisiones o alargamientos (únicamente de macro/micro en este caso).
Esto no significa que los alumnos no tengan contacto con ritmos más complejos: para eso son las actividades de movimiento con canciones (en ocasiones también puede ser música instrumental). Lo que se mantiene al nivel de macro-micro bastante tiempo son los patrones y las piezas. Luego, a través de alguna canción – mejor que sea familiar – se pone la atención en un patrón con divisiones Primero recitando sin sílabas, se contrastan patrones de la nueva función con otros familiares de macro-micro; se asocian los nuevos patrones con las sílabas correspondientes, los alumnos los imitan y también intentan crearlos ellos mismos. Nota: es posible que algún profesor prefiera introducir primero los alargamientos de macro/micropulso – depende de las necesidades del momento y las capacidades del alumno; no veo inconveniente en hacerlo: posiblemente Gordon consideró más conveniente introducir los tres tipos de pulsos primero antes de proceder a alargarlos, pero en mi experiencia introducir una función o la otra depende de las piezas suplementarias que el profesor quiera usar con cada alumno (los alargamientos con divisiones sí que hay que dejarlos para más adelante).
En otro momento (exactamente cuándo dependerá del nivel técnico del alumno y el criterio del profesor) todo esto se aplica al piano, repitiendo o creando patrones con la voz y luego tocándolos con un solo dedo en un tecla, para luego improvisar con ellos (en este momento serán notas generalmente aleatorias). Cuando el profesor lo considere oportuno, se trabaja una pieza que contenga la nueva función rítmica, normalmente tiempo después de haber introducido el concepto auditivamente en las actividades fuera del piano.
Los puntos 1, 2 o 3 se pueden estar trabajar simultáneamente con un mismo alumno, dependiendo del concepto que se está tratando en ese momento: en un momento de la clase el alumno puede estar creando patrones e improvisando con ellos al piano en la función macro/micro, o usándolos para improvisar con patrones tonales, mientras que en otro momento está aprendiendo a distinguir auditivamente las divisiones o los alargamientos. Se trata de ir expandiendo las nuevas habilidades en espiral, asegurando a la vez las ya adquiridas.
Habréis notado que es muy difícil obtener una idea de lo que son las actividades con patrones (tanto rítmicas como tonales) a través del lenguaje escrito, por mucha explicación que se haga; para eso lo mejor es ver todos los videos posibles, a ser posible de alumnos. La página web de Music Moves for Piano de la autora del libro del mismo nombre (método sobre el que ya he hablado en los artículos anteriores de esta serie y que trataré más adelante en este) es una buena fuente de videos con alumnos, donde se ven situaciones reales (aunque diferentes de las habituales en nuestro entorno). Esta página de videos de actividades rítmicas muestra diferentes niveles de trabajo rítmico, desde la mera absorción o el movimiento libre a la práctica en el piano y la lectura (veréis que el tipo de clase es muy diferente, a menudo con una mezcla de edades y niveles donde, por ejemplo, los alumnos más avanzados leen ritmos y los otros los imitan, pero estas mismas diferencias os pueden inspirar nuevas maneras de proceder en vuestras clases). De la misma manera, cada profesor puede usar su imaginación para crear actividades de ritmo, con tal de que no exijan competencias que están fuera de la secuencia de aprendizaje (esto se nota enseguida cuando los alumnos muestran confusión o dudas).
Puntos 4, 5 y 6 de las habilidades musicales: el trabajo de nuevos conceptos tonales y patrones con sílabas tonales
En la etapa inicial se ha trabajado principalmente un solo concepto tonal, el de la nota de reposo, ya que es a partir de este concepto que surgen todos los demás. En esta segunda etapa – igual que con el ritmo – se trata de nombrar y trabajar con conceptos que ya auditivamente son familiares. En en cuanto a lo tonal, el primer paso es asociar las palabras “nota de reposo” con el concepto ya asimilado auditivamente (algunos alumnos posiblemente ya han dado este paso). El siguiente, distinguir mayor y menor. Desde los principios los alumnos han escuchado muchas canciones en diferentes modos, pero no se les ha pedido distinguirlos. En esta etapa seguirán escuchando ejemplos de diversos modos, pero nos concentraremos en diferenciar mayor y menor, que son los que se oyen más frecuentemente en el entorno musical.
Para esto los alumnos van a descubrir que a la nota de reposo de cada modo se le da un nombre distinto, y este nombre va a ser una sílaba tonal. Las sílabas tonales que uso con los alumnos se describen con detalle en varios artículos de este blog, y recomiendo que, antes de seguir (igual que con las sílabas rítmicas) os familiaricéis con ellas y con su uso leyendo los distintos artículos que hay sobre el tema. Algunos ejemplos de patrones tonales cantados con las sílabas se pueden escuchar en este enlace donde, además, encontraréis información sobre cómo acceder de manera gratuita a todos los 20 audios de patrones de I, V y IV en mayor y menor junto con una guía de su uso.
Sólo mencionaré aquí para los que desconocen el tema, que estas sílabas tonales las uso para evitar confusiones entre, por un lado, lo que en los países latinos son los nombres de notas (DoReMI…) y por otro, las sílabas tonales que se usan en países anglo-germánicos y que emplea Gordon en sus libros (también DoReMi…). Gordon mismo consideraba que para un aprendizaje fluido en los comienzos, no deben existir dos conceptos con un mismo nombre, y los que lo han intentado lo han comprobado: si se usan las sílabas DoReMi como sílabas tonales hay que cambiar los nombres de las notas, lo cual implica adoptar un sistema musical ajeno a la cultura del país. En cambio, estas nuevas sílabas tonales son asimiladas inmediatamente por los alumnos sin cuestionarlas y facilitan un aprendizaje sólido de los conceptos tonales sin alejarse del sistema musical de su entorno (o sea, se puede seguir usando el Do fijo).
En particular lo que nos interesa para esta etapa, siguiendo la lista de puntos a trabajar en cuanto a lo tonal, es – después de la nota de reposo – distinguir auditivamente los modos mayor y menor, asociando sus notas de reposo con las sílabas correspondientes; luego distinguir patrones de tónica y dominante en mayor y menor; y luego cantar y tocar patrones tonales de tónica y dominante en mayor y menor con sílabas tonales. Para esto, en las actividades fuera del piano, los alumnos imitan al profesor y luego, con los patrones que se vuelven familiares, improvisan cantando ellos mismos los patrones.
Como mencioné con respecto al trabajo rítmico, facilita mucho la comprensión del proceso ver en la práctica, con videos de alumnos, cómo se trabajan los conceptos tonales. Con este fin he hecho una serie de cinco artículos con vídeos que muestran ejemplos de distintas actividades, desde el trabajo preliminar de la nota de reposo hasta una primera aplicación de las sílabas tonales en la lectura con alumnos más avanzados (lo cual se tratará en la siguiente entrada de esta serie).
En el primero de los artículos mencionados encontraréis, junto con una explicación del proceso, videos de actividades con la nota de reposo, primero con una sílaba neutra y luego con la sílaba tonal TO para la nota de reposo en mayor, y a continuación la introducción del concepto de tónica y dominante en mayor. En el tercer artículo de la serie podréis ver el mismo proceso para llegar a distinguir la nota de reposo del menor (NA) y luego actividades de patrones tonales en menor y la diferenciación de modo mayor y menor (las actividades de mayor y menor se alternan para contrastar los conceptos – aunque se empieza con el modo mayor, en seguida se trabaja, en días alternos, el menor para que sirva de contraste). El segundo artículo muestra otras actividades de tónica y dominante en mayor usando las sílabas.
En la página web de Music Moves for Piano también encontraréis diversos videos con alumnos demostrando diferentes niveles de trabajo tonal, algunos correspondientes a la etapa inicial, otros más avanzados (las sílabas tonales que usan en este caso son las habituales en los países anglosajones: DoReMi…). Veréis en muchos casos como hay una gran diferencia de edad y nivel entre los alumnos: los mayores que ya están en otra etapa de la secuencia de aprendizaje ayudan a los más pequeños.
En cuanto al trabajo con patrones, vuelvo a recordar un punto que ya mencioné en el artículo anterior, que es: aunque estemos buscando que los alumnos repitan con cierta exactitud los patrones, no se les corrige sus errores. Sencillamente se vuelve a cantar o recitar el patrón para que el alumno pueda oír la diferencia entre este y el suyo y se sigue con el siguiente. Alternativamente se puede repetir tal como lo ha hecho el alumno y luego repetir el patrón correcto para que oiga la diferencia, pero sin llamarle la atención sobre ello: basta con dejar un momento de silencio antes de continuar. Así se evita que el alumno tenga miedo a equivocarse. El aprendizaje natural es muy efectivo cuando descubrimos por nuestra cuenta nuestros errores al compararnos con el modelo (que en este caso puede ser tanto el profesor o, en una clase en grupo, otro alumno).
Explicar detalladamente cómo abordar todas las habilidades mencionadas podría ocupar un libro extenso: por lo tanto, creo más útil en este punto saber con qué herramientas contamos para guiarnos y ayudarnos a organizarnos. En nuestro caso la herramienta por excelencia es un libro en particular que destaca por la claridad con que ha sido concebido y por la rigurosidad con que cubre todos los aspectos de la secuencia de aprendizaje de Gordon. Si en la primera etapa nuestro libro de referencia era Keyboard Games de Marilyn Lowe, en esta segunda etapa el libro Music Moves for Piano I de la misma autora es insustituible, incluso si sólo se usa como una guía para el profesor. Más que una colección de repertorio ordenado de manera progresiva – como son muchos métodos de instrumento – Music Moves for Piano guía tanto el profesor como el alumno por la secuencia de aprendizaje de las habilidades musicales necesarias a este nivel, además de introducir ordenadamente las diferentes técnicas pianísticas de este nivel. La autora misma no lo considera un método completo en sí: ha dicho en muchas ocasiones que el profesor debía suplementar el trabajo de este libro con otras piezas basadas en las necesidades de cada alumno; algunos alumnos posiblemente tendrán suficiente con las del libro pero otros necesitarán más. Prefiero considerar este libro como un “workbook” o libro de trabajo, y recurrir a otros autores para el repertorio suplementario y para un trabajo más profundo de la técnica. De hecho las piezas incluidas en el libro han sido elegidas como puntos de partida para la improvisación con los elementos y conceptos que contienen, más que como repertorio.
El manual para el profesor incluye planes de clase muy detallados para cada unidad, donde se aprecia cómo la autora aplica minuciosamente la secuenciación de los conceptos. Aunque estos planes no son siempre adaptables en su totalidad (la autora solía dar clases en grupo y de larga duración) sirven de guía y como recurso para las actividades. Aún a riesgo de que alguien sospeche de mis motivaciones para recomendar el libro (afirmo que no tengo ningún interés personal en hacerlo), tengo que decir que sólo después de usar el libro durante un tiempo, y conociendo bien la MLT, se llega a apreciar realmente la profundidad y la rigurosidad con que es aplicada no sólo la teoría de Gordon sino también el enfoque puramente pianístico, que aborda de manera muy coherente (reconociendo que cada profesor pueda tener un criterio algo diferente). Es, de momento, el único libro disponible (al menos que yo conozca) que aplica la MLT en la enseñanza del piano, pero me atrevería a decir que justamente por su calidad es difícil que haya otro que le haga competencia, por mucho que uno pueda pensar que mejoraría tal o cual detalle. Además, aparte del libro en sí, los numerosos videos que se encuentran en la web del mismo nombre son un gran apoyo.
El único inconveniente es que el libro está en inglés. Pero si uno se defiende medianamente bien con el inglés escrito, se puede usar como guía y fuente de recursos para actividades, y como en esta etapa los alumnos aún aprenden las piezas de oído, tampoco es imprescindible que tengan el libro para el alumno: no es difícil elaborar algunos materiales que hagan la misma función que los del libro (más adelante daré algunas ideas), pero por lo menos con el libro tenemos las pautas a seguir. No digo que no sea posible abordar esta etapa sin el apoyo del libro (suponiendo, eso sí, que el profesor tenga un buen conocimiento de la MLT), pero lo recomiendo encarecidamente por su organización y el hecho de que no descuida ni un solo punto de la secuencia de aprendizaje y tiene muy en cuenta un correcto desarrollo de la técnica.
Si estoy dedicando gran parte de este apartado sobre la audiación a hablar de Music Moves for Piano I, es precisamente porque su objetivo es desarrollar las habilidades musicales del alumno al lado de las puramente pianísticas. Así que a mí me parece que la mejor manera de abordar en este artículo el proceso de la enseñanza de las habilidades musicales pasa por explicar cómo lo aborda Marilyn Lowe en su libro. De esta manera el profesor que quiera intentar realizar sus clases sin la ayuda del libro, tendrá por lo menos una idea de cómo organizarse, y el que tenga interés en adquirir el libro verá como lo tiene casi todo hecho (si para algún lector el inglés es una barrera para su comprensión o tiene dudas sobre cómo usar el libro, con toda tranquilidad puede contactar conmigo).
Al principio de cada unidad del libro nos encontramos con unos objetivos organizados en tres bloques. Los alumnos más jóvenes no necesitan leerlos, pero los mayores pueden ver así cómo encaja lo que están haciendo en la clase con los objetivos de la unidad. Estos tres bloques son: 1) actividades para desarrollar la audiación; 2) técnica y geografía del piano; y 3) exploración/creatividad/improvisación. Estos bloques se solapan en cierto sentido, ya que las habilidades musicales (bloque 1) siempre se aplican en las otras actividades, la técnica (bloque 2) está presente siempre que el alumno esté tocando el piano aunque esté sólo practicando patrones o improvisando (bloque 3), y la improvisación y creatividad siempre se emplean al estudiar las piezas, donde en principio se estarían aplican las técnicas nuevas (bloque 2).
No necesariamente se trabajan en orden los bloques: de hecho, es mejor ir variando el tipo de actividades. En el primer bloque (audiación) es donde se trabajan los puntos 1 a 5 de la lista de habilidades. En el libro del profesor, en cada unidad vienen detalladas las actividades a realizar, las canciones y el tipo de movimientos para el trabajo del aspecto rítmico y tonal. Aquí es cuando se cantan y recitan patrones tonales y rítmicos, se realizan diferentes tipos de movimientos Laban y los alumnos mejoran la coordinación del cuerpo con la respiración y la voz. A lo largo de las unidades hay mucha repetición de los conceptos en las actividades, por lo que no es necesario que un alumno asimile del todo un concepto nuevo al encontrarlo por primera vez. En cada unidad hay una “canción para cantar”: casi todas son canciones sin letra y sirven para ir aumentando el vocabulario rítmico y tonal del alumno, practicar patrones y realizar a la vez actividades de movimiento, más o menos de la misma manera que en la primera etapa pero adaptadas a la edad de los alumnos y buscando no sólo que repitan los patrones que diga el profesor sino que, después de un tiempo, intenten reconocerlos e identificarlos ellos mismos (con ayuda). Nota: Es muy buena noticia saber que los audios de Music Moves for PIano así como los del libro de patrones tonales y rítmicos ya están disponibles en Apple Music, Amazon Music, Pandora, YouTube Music, Spotify y la mayoría de plataformas de streaming internacionales. No es más que buscar “Marilyn Lowe” en la plataforma elegida.
En el segundo bloque (técnica y geografía del piano) se presentan las técnicas o prácticas pianísticas que luego se aplican en las “piezas para tocar”, las cuales se aprenden mediante la escucha atenta a los aspectos musicales presentes en cada una: identificar la métrica, el modo, los patrones rítmicos y tonales y su organización en la pieza. Antes de tocar la pieza se “juega” con los patrones encontrados, improvisando con ellos en el piano. Para ayudar a recordar los dedos y las teclas que se usan, hay información en la página que el alumno aprende a interpretar. Se incluye la partitura, pero no se utiliza para aprender la pieza sino para observar y familiarizarse con los gráficos si el alumno tiene interés (de manera semejante a cuando un niño va observando el libro mientras le leemos un cuento).Todas las piezas tienen un acompañamiento para el profesor, y algunas tienen partes secundarias, sea para otro alumno de la clase o para el mismo alumno, para variar las actividades con la pieza. En el libro del alumno, junto a cada pieza hay una lista de actividades para realizar con ella, que se hacen primero en la clase con el profesor y luego en casa, como una manera de organizar el estudio. Esta lista incluye tocar la pieza solo, a dúo con el profesor, tocar el dúo para el alumno, tocar ligado o separado, tocar forte o piano, recitar los patrones rítmicos, tocarlos en una tecla y luego crear con ellos, y cuando llega el momento, cantar los patrones tonales, tocarlos y crear con ellos. Sólo se practica en casa lo que se ha hecho con éxito en clase; lo que no se ha hecho se deja para la clase siguiente (no se pide que el alumno lo haga en casa). De esta manera el alumno se siente a gusto en casa tocando lo que ya sabe, y no pasa por esa frustración de no saber cómo proceder. Y muy importante: una vez aprendida la pieza el profesor insta al alumno a realizar cambios en ella para crear su propia variación.
En el bloque 3 se encuentran las actividades de exploración, creatividad e improvisación. De hecho, considero que es el bloque más importante del libro para el desarrollo musical del alumno, por delante incluso de aprender a tocar las piezas. En estas actividades es donde el alumno aplica sus nuevos conocimientos y los acaba de asimilar: se le pide crear pequeñas frases o piezas usando patrones rítmicos y/o tonales de su invención siguiendo las pautas dadas, y cada alumno es responsable de su propio progreso: los hay que hacen lo mínimo para cumplir y esto se reflejará en su progreso, mientras que otros aprovecharán estas actividades para dar rienda suelta a su creatividad, desarrollando al máximo sus habilidades musicales. Las actividades se hacen en clase y luego el alumno las vuelve a hacer en casa, de una manera diferente cada vez. Para más ejemplos del uso de patrones para la improvisación os recomiendo leer los otros artículos sobre el tema en este blog aquí, aquí y aquí.
Seguir las actividades del libro nos lleva a realizar los puntos 7, 8 y 9 de la lista de habilidades musicales para esta etapa: utilizar su vocabulario de patrones tonales y rítmicos para comprender y aprender de memoria piezas musicales más complejas en diferentes tonalidades, para transportar piezas a varias tonalidades y para crear sus propias piezas y variaciones. El punto 10 (utilizar su conocimiento de tónica y dominante para crear una línea de bajo sencillo para melodías en mayor y menor, cantando y tocando) no se trabaja específicamente en el libro sino que es una habilidad que se va trabajando, primero de manera cantada en las actividades fuera del piano y luego como otra actividad complementaria con las piezas que se aprenden o con las melodías que crean los alumnos. Muy al final del libro se presenta la idea en una pieza, pero es de esperar que se haya ido practicando desde mucho antes de acuerdo con las capacidades del alumno.
Así, usando el libro de Music Moves for Piano como guía en el caso de que no podamos usarlo directamente en clase con el alumno, nos ayudará a seguir la secuencia de aprendizaje de Gordon y nos proveerá de ideas para las actividades fuera del piano, para trabajar piezas y para abordar la creatividad y la improvisación. Esto último es un aspecto fundamental para el desarrollo musical del alumno que no debe descuidarse y que puede empezar siendo nada más que inventar pequeñas frases empleando solo patrones rítmicos hasta llegar a composiciones bien estructuradas empleando funciones tonales. Nota: si el alumno no tiene el libro (lo cual es lo más probable, lo reconozco) se le puede dar semanalmente una hoja con las actividades de exploración/creatividad/improvisación sugeridas en la unidad correspondiente del libro, sean las mismas o adaptadas según el criterio del profesor.
Soy consciente de que no he explicado aquí punto por punto todos los procedimientos para trabajar las 10 habilidades musicales de la lista expuesta al principio de este artículo y de que en gran parte os he remitido a otros artículos y al libro de Marilyn Lowe para los detalles. Espero que de todas formas os haya ayudado ver en qué consiste el trabajo de las habilidades musicales en esta segunda etapa y qué tipo de actividades se incluyen en las clases. Vuelvo a recomendar ver los videos mencionados aquí, tanto en este blog como en la web de Music Moves for PIano. Si todavía os quedan dudas o preguntas sobre cómo proceder – ya que este apartado es el más extenso y su contenido posiblemente poco conocido – podéis formularlas en los comentarios o contactarme vía correo electrónico en kraymond@oidomusical.com y estaré encantada de responder.
Dicho esto, seguimos con una mirada al trabajo de la técnica pianística.
¿Cómo se trabaja la técnica pianística a este nivel?
Como comenté en el artículo anterior, con respecto a la técnica pianística no existe una “manera MLT” propiamente dicha, pero es verdad que, siendo los patrones rítmicos los que aún sirven de base de muchas piezas al principio de esta segunda etapa, encaja muy bien con un trabajo inicial empleando un solo dedo (el 3) para ir consolidando un uso óptimo de la unidad brazo/muñeca/dedo (el primer punto de las lista) mientras se están acabando de asimilar los conceptos de métrica y macro/micro pulso. A partir de aquí cada profesor tendrá su propio criterio y me limitaré a explicar el mío sin pretender ser una autoridad sino solo transmitir lo que la experiencia me ha enseñado sobre lo que mejor funciona, dentro de lo que yo he visto.
El libro de Marilyn Lowe, como he dicho antes, sigue este criterio de seguir usando sólo el dedo 3 al principio de esta etapa, aunque enseguida se pasa a utilizar los dedos 2 y 4 también. En el caso de algunos alumnos mayores, pueden no haber necesitado pasar toda la etapa de iniciación por tener algo de formación musical previa, pero aún así deben establecer una buena técnica base: empezar el libro tocando con un solo dedo da una oportunidad a estos alumnos trabajar este aspecto a modo de iniciación, aunque seguramente progresaran rápidamente a tocar con los otros dedos. De este modo durante los primero días aprovechamos para asegurar que el alumno se está habituando a un uso natural y relajado de los dedos, la mano, la muñeca y el brazo junto con una postura erguida y relajada. A la vez, creo muy acertado en esta etapa priorizar la movilidad por el teclado en lugar de una posición estática, lo cual ayuda con la consolidación de buenos hábitos y a la vez asegura la adquisición de una alto grado de confianza delante de todo el teclado.
El siguiente paso es introducir más dedos (2, 3 y 4) y, seguidamente, el ligado de dos y tres notas. Doy muchísima importancia a este paso, ya que, junto con la técnica de notas separadas, establece los cimientos del fraseo y, básicamente de la técnica de la interpretación. Suelo dar bastantes piezas suplementarias que requieren los ligados de 2 y 3 notas combinados con notas separadas, tanto staccato como tenuto.
Para presentar el ligado, introduzco primero la idea de cómo tocamos una sola nota. Para el alumno es algo que ya sabe hacer, pero esta vez le hago fijarse bien en cómo acabamos la nota (un nota un poco larga). Muy lentamente vamos levantando el brazo, dejando que la mano cuelgue, hasta que la tecla suba y la punta del dedo se separa de la tecla. Nos fijamos en cuándo se acaba el sonido y experimentamos con hacer que dure más o menos el sonido – desde el staccato más corto hasta una nota muy larga. Esto es para despertar la consciencia de que el alumno es responsable no sólo del comienzo de la nota sino también de su final. Cada nota debe ser una creación entera nuestra, con principio y final.
Cuando esto queda claro, pasamos a hacer lo que llamo “dos notas por el precio de una”: empezar una nota, aguantarla, y antes de que se acabe el sonido “caminar” a la tecla contigua con el dedo correspondiente, haciéndola sonar y a la vez levantando el primer dedo. Aguantamos esta segunda nota, y seguidamente hacemos aquello de acabar esta nota muy conscientemente (levantar el brazo, etc.). O sea, en el mismo movimiento que usábamos para hacer una sola nota, ahora hacemos dos: empezar la primera y acabar la segunda. Este proceso lo repetimos mucho, improvisando, experimentando y aprendiendo piezas que musicalmente requieren atención a este movimiento que es la base del fraseo.
Cuando se ha practicado bastante con dos notas, pasamos a los ligados de tres notas, que viene a ser el mismo concepto, esta vez acabando bien acabada la tercera nota. En el libro de Marilyn Lowe hay piezas muy adecuadas para esta técnica, pero suelo dar también otras piezas más largas que sirvan ya de un comienzo de repertorio para el disfrute del alumno.
El comienzo del trabajo de las tonalidades y patrones de tónica y dominante da pie a aprender una sencilla cadencia melódica que los alumnos primero cantan y luego aprenden a tocar en cada nueva tonalidad. Al principio las notas de esta cadencia se tocan con un solo dedo, pero una vez se ha aprendido se pasa a tocarla utilizando los cinco dedos, que es cuando introduzco esta novedad. Al dar este paso todavía tocamos con notas separadas: considero que aún es pronto para tocar ligado con los cinco dedos, pero es una buena oportunidad para ya emplear todos los dedos conservando una buena técnica de ataque con la muñeca flexible. El libro no introduce piezas empleando los cinco dedos hasta la última unidad, pero cada profesor según su criterio dará las piezas suplementarias que considere adecuadas para el alumno.
Junto con esta introducción de las tonalidades en el libro, se introduce el concepto de la escala. A mi entender no es el momento de enseñar la técnica de tocar escalas ligadas, ni tampoco lo exige el libro: si se incluye es meramente para tener una mayor comprensión del orden de las sílabas y cómo encajan los patrones tonales. El alumno aprende la digitación de las escalas mayores de Fa, Sol y Do, incluido el paso del pulgar, pero sin ligar: al no tocar ligado la mano simplemente se desplaza. Así que esta también es una buena oportunidad de usar todos los dedos con notas separadas (las escalas ligadas las enseño en la siguiente etapa, después de un trabajo básico de arpegios, donde se introduce la rotación de la muñeca – de gran ayuda luego en las escalas ligadas donde esta rotación está presente pero no tan obvia).
Junto con el concepto de la escala se enseña también el de la triada y se pasa a tocar triadas arpegiadas: estas sí se tocan ligadas, ascendientes y descendientes alternando las manos, empezando con dos octavas aunque el alumno suele querer experimentar con toda la extensión del piano, lo cual es un buen ejercicio para el desplazamiento y la familiaridad con todo el teclado.
Una técnica que no sale en el libro y que me parece importante es la de las notas dobles (tocando notas separadas – no ligadas). Una vez que se estén empleando todos los dedos encuentro que ayuda muchísimo al desarrollo de la posición de la mano y dedos trabajar piezas con notas dobles que, además, sirven para apoyar el trabajo de patrones tonales.
En cuanto al punto 5 de la lista de técnicas presentes en esta etapa (la coordinación de las manos tocando simultáneamente) hay pocas piezas en el libro que la contengan, pero al aprender una melodía con una mano, se suele pedir que el alumno la aprenda con la otra también y que luego (dependiendo de la complejidad de la melodía) la intente tocar con las manos a la vez. Aparte de esto suelo dar piezas suplementarias que combinan una melodía con, por ejemplo, un acompañamiento de 5as en la izquierda. La práctica de crear una línea de bajo también da la oportunidad de tocar con las dos manos.
Al tocar manos juntas suele presentarse la situación en la cual una mano toca ligado mientras la otra tiene notas separadas o repetidas donde hay que levantar la unidad brazo/mano para volver a tocar, lo que suele causar que la mano que toca ligado se levante también. Esto implica un trabajo de coordinación de las dos manos al cual doy suma importancia: si no, ¿por qué hemos enseñado a tocar ligado si luego no vamos a exigirlo al juntar las manos? Consiste en tocar una nota larga en cada mano: una mano aguanta su nota mientras la otra mano la suelta (acabando bien la nota como han aprendido) y luego vuelve a tocar. Poco a poco se adquiere la consciencia de escuchar bien lo que toca cada mano y asegurar que los ligados sean ligados y las notas separadas, separadas. No dejo pasar la oportunidad de trabajar esta coordinación, ya que en muchos casos se suele dejar para más adelante con la creencia de que es exigir demasiado. No lo es: sencillamente hay que entrenar la atención del alumno: la coordinación viene como consecuencia.
Estas son las técnicas que trabajo en esta segunda etapa, a las cuales se adapta bien el libro de Music Moves for Piano I con la condición de suplementar las piezas del libro con otras que contengan las técnicas deseadas y se adapten al nivel y personalidad del alumno. A continuación comparto los títulos de libros donde suelo encontrar una buena cantidad de piezas que cumplen mis objetivos y gustan a los alumnos. Veréis que en algunos casos son los mismos libros que he sugerido para la etapa anterior; es normal, ya que, como comenté arriba, algunos alumnos posiblemente empezarán sin pasar por la etapa de iniciación y hay piezas en estos libros que siguen siendo validas para el principio de esta etapa. Otras piezas de estos libros encajan a la perfección con los otros contenidos un poco más avanzados de este nivel.
Los libros The Music Tree: Time to begin de Frances Clark y Louise Goss y Piano Discoveries A de Lynn Freeman Olson y otros siguen siendo útiles para suplementar lo aprendido en Music Moves for PIano I sin complicarle demasiado la vida al alumno: son muy sencillas pero agradables de tocar con los acompañamientos. El siguiente nivel de The Music Tree también tiene algunas piezas que funcionan bien a este nivel (algunas gustan más que otras); las que he ido seleccionando son fáciles de aprender y agradables.
El Primer Level de Little Gems for Piano de Paula Dreyer ahora puede ser incluso más útil que en la primera etapa, ya que los alumnos están en un nivel más alto de la secuencia de aprendizaje y los conceptos serán familiares (o si no, dependiendo del alumno se pueden abordar fácilmente).
Lo mismo pasa con el libro de Dennis Alexander Repertoire by Rote, que contiene piezas sencillas adecuadas para este nivel con unos buenos acompañamientos que suelen gustar mucho.
El libro que uso casi como “de cabecera” es el Divertudios 1 de Juan Cabeza, y a continuación el Divertudios 2. Si en la etapa anterior usaba sólo alguna pieza con algunos alumnos, a este nivel todos mis alumnos lo usan regularmente. A ellos les gustan las piezas y muchas veces las mantienen como repertorio, ya que son fáciles de memorizar y funcionan muy bien como piezas para tocar para familia y amigos. Las uso más para trabajar la técnica que para el trabajo de patrones tonales (con algunas excepciones) ya que muchas de las piezas se salen de la tonalidad tradicional, pero al ser basadas en patrones melódicos y rítmicos fáciles de recordar, se aprenden fácilmente de oído y a la vez exponen al alumno a otras armonías y algún que otro modo diferente mientras apoyan el desarrollo de una buena técnica y familiaridad con todo el teclado.
Aparte de estos libros voy encontrando piezas sueltas en otros libros y métodos, además de webs como Piano Pronto, una editorial con un elenco de compositores de mucho talento dedicados a componer para alumnos de piano de todos los niveles. Si uno se registra le van llegando ofertas interesantes y alguna pieza para descargar gratis – muchas de las cuales han sido favoritas de mis alumnos.
Procedimientos habituales durante la clase
En este punto tocaría entrar en más detalle sobre los procedimientos habituales en una clase de piano con MLT, pero creo que a lo largo del artículo se han ido haciendo evidentes, y si aprovechamos la herramienta valiosa que es el libro de Marilyn Lowe, no hay mucho más que añadir aparte de explicar un poco sobre lo de pasar de la imitación a la utilización de la audiación. Se hace, como se ha dicho, con la escucha atenta para identificar la métrica, el modo, los principales patrones rítmicos, la sílaba tonal de la primera nota, los principales patrones tonales, la estructura de las frases y otros aspectos musicales como la articulación y la dinámica.
Esto suele hacerse contestando preguntas del profesor, aunque pronto el alumno ya sabe cuáles serán las preguntas y las responde antes. A la vez, el alumno observa al profesor mientras toca la pieza para descubrir los movimientos de las manos (por ejemplo cuál de las manos empieza, cuáles dedos se usan, cuándo entra la mano izquierda…). Normalmente después de este análisis oral se canta y se toca frase por frase (primero el profesor, luego el alumno) y seguidamente el alumno suele ser capaz de tocar la pieza solo y con el acompañamiento del profesor (el profesor nunca toca la parte del alumno junto con el alumno – siempre deja que lo haga solo).
Dejo también algún apunte sobre el modo en que vamos prestando más atención a la partitura como preparación para la lectura: sin entrar en explicaciones teóricas, se observa, por ejemplo, como el movimiento de las notas normalmente corresponde con el “dibujo” de la partitura (no siempre), como lo que toca una mano suele estar en un sitio y lo de la otra mano en otro (no siempre), y se responde a las preguntas del alumno con explicaciones concretas y aún poco elaboradas: se evitan respuestas que el alumno pueda tomar al pie de la letra, como es habitual en alumnos jóvenes, ya que las partituras contienen mucha información que puede resultar contradictoria y esto no hace más que confundirles. Es cuestión de responder de manera clara y concreta si el alumno pregunta pero no dar más información que la que puede asimilar a su nivel.
En cuanto al trabajo de las piezas suplementarias, da buen resultado seguir el mismo procedimiento del libro, en este caso rellenando una hoja que contiene gráficos similares a los del libro para apuntar la información que hace falta para tocar la pieza en casa: cuáles teclas se usan, cuáles dedos, cuál mano y con cuál dedo comienza, cuál dedo de la otra mano comienza en su momento, cuales son los patrones tonales y rítmicos (NO se apuntan todas las sílabas de la pieza – sólo los patrones tonales principales: lo que es la melodía en sí lo tiene que recordar el alumno con la ayuda de un audio o vídeo). Se trata de un hoja con dibujos del teclado y las dos manos; el resto de la hoja puede estar en blanco o, a criterio del profesor, se pueden incluir líneas para escribir el título de la pieza, la fecha, los patrones tonales (si hay) y rítmicos, etc. El alumno podría tener una carpeta de anillas, por ejemplo, para ir guardado las hojas ordenadamente. Nota: en el caso de estar usando el libro sólo como guía, este mismo recurso sería el que usaríamos con todas las piezas, incluidas las del libro.
Al ser normalmente las piezas suplementarias un poco más complejas, habitualmente les proporciono un video para refrescarles la memoria durante la semana (en los niveles más avanzados sólo doy audios). Si la pieza tiene un acompañamiento, también proporciono un audio para que el alumno pueda disfrutar del acompañamiento tocando en casa. En cuanto a las piezas del libro, los audios ahora están disponibles en las distintas plataformas de streaming en Internet (buscar “Marilyn Lowe”), y en la web se pueden descargar. Nota: es importante que el alumno tenga al lado del piano unos altavoces o alguna manera de escuchar bien el audio mientras toca.
Creo que no está de más recordar aquí, otra vez, que con todas la piezas, sean del libro de Marilyn Lowe, de Divertudios de Juan Cabeza, o cualquier otra pieza suplementaria, una vez aprendidas, se hacen versiones/variaciones cambiando elementos rítmicos y/o tonales (patrones rítmicos, métrica, modo…), registros y frases (tocarlas al revés, en otro registro…) o piezas nuevas inspiradas en elementos de la pieza original. Es una actividad fundamental que se hace habitualmente con cada pieza (no de vez en cuando). Como resultado el alumno asimila la “gramática” de la música y aprende que es un lenguaje para ser usado creativamente como una herramienta personal de expresión, no únicamente para ser imitado y/o reproducido, y que él/ella, igual que los compositores de las piezas, puede usar este lenguaje para crear su propia música. Por otro lado, los alumnos se vuelven más conscientes de los recursos que usan los compositores, mejorando la comprensión y de ahí la memorización de las piezas y la interpretación.
Aparte de las actividades de creatividad e improvisación del libro, también utilizo otros libros. El de Forrest Kinney Create First es una joya para todas las edades para la improvisación, con unos acompañamientos creados con mucho atino para que cualquier nota que toque el alumno suene bien: se pueden plantear las improvisaciones según el nivel de audiación del alumno, desde totalmente aleatorias pasando por establecer pautas rítmicas (patrones rítmicos específicos o funciones rítmicas específicas, por ejemplo) a finalmente tocar siendo consciente de las funciones tonales. Otro libro que encuentro útil es Inspiration de Alexa Madison, que para este nivel contiene algunas piezas para improvisación aleatoria (pueden usarse con pautas rítmicas, también); otras requieren tener asimilado el concepto de funciones tonales y haber adquirido un vocabulario básico de patrones tonales. Este libro lo sigo utilizando en las siguientes etapas, cuando los alumnos aprenden a seguir una partitura con cifrado de acordes como un guion, y de paso aprenden los diferentes estilos y progresiones de acordes presentes en los acompañamientos del libro.
Desde hace unos años vengo usando carpetas compartidas de Google Drive para proporcionar al alumno el material que necesita: los audios de las canciones, piezas y acompañamientos del libro de Music Moves for Piano I (que, como he mencionado, están disponibles en la web del libro o en streaming en Internet); audios de los acompañamientos de piezas suplementarias/improvisaciones (estos normalmente los grabo yo misma) y enlaces a los vídeos de las piezas que tengo colgados en un canal privado de YouTube; los audios de los patrones tonales (disponibles gratuitamente contactándome por email) y de los patrones rítmicos de la secuencia de aprendizaje para que los vayan escuchando en casa, más algunos PDF de materiales suplementarios. Nota: aunque están disponibles en Internet, para que los patrones rítmicos tengan una pronunciación más acorde con el idioma de aquí, con mis alumnos uso mis propias grabaciones caseras de los patrones del libro de Marilyn Lowe Rhythm and Tonal Patterns, el cual recomiendo como libro de referencia. Con los alumnos más jóvenes incluyo un documento Word con una lista de las actividades para hacer en casa, para que la lean los padres y estén al tanto de lo que hace y aprende su hijo/a. En cuanto al estudio en casa, se trata de tocar lo que se ha tocado en clase, exigiendo a este nivel un poco de responsabilidad de pulir alguna pieza que no acaba de salir del todo, y la actividad añadida de crear variaciones de las piezas aprendidas, sin olvidar escuchar los audios de las canciones para cantar del libro de Marilyn Lowe y los patrones tonales y rítmicos correspondientes al lugar que esté el alumno en la secuencia.
Con lo que he expuesto hasta aquí espero haber dibujado una imagen de clase en que el ambiente sigue siendo, como en la primera etapa, de estar haciendo música juntos, siempre adaptando las actividades y las piezas suplementarias a la edad y personalidad del alumno para que la clase sea rica, activa e intelectualmente estimulante. Cuando el alumno ya tenga asentados unos buenos hábitos técnicos y haya asimilado los conceptos de este nivel, siendo capaz de expresar sus propias ideas musicales usando el vocabulario que ha adquirido, y suponiendo que ya tenga una edad en que pueda comprender fácilmente los conceptos abstractos necesarios (normalmente alrededor de los 10 años, pero cada alumno es diferente), ya entramos en la transición a la tercera etapa de aprendizaje del piano donde se centra en seguir el trabajo de patrones rítmicos y tonales añadiendo nuevas funciones, en desarrollar soltura en la técnica, y adentrarnos en la lectura. Este será el tema del próximo artículo de esta serie.
Espero que seguís encontrando útil la información que he incluido aquí y que cualquier pregunta que tengáis la pongáis en los comentarios, que prometo responder (además, siempre puede ser de interés para algún lector del blog), o si preferís, contactándome por correo.