La MLT en la enseñanza del piano – 2 (la etapa inicial)

En la primera entrada de esta serie sobre la MLT en la enseñanza del piano hice un resumen de lo que considero los conceptos básicos que, a mi entender, el profesor debería tener presente en todas las etapas. Adicionalmente y para organizar un poco mis ideas definí estas etapas como tres: 1. La etapa inicial, donde se establecen los cimientos de la audiación y la técnica pianística y se familiariza el alumno con todo el teclado; 2. Una segunda fase de trabajo secuenciado tanto de patrones tonales y rítmicos como de conceptos musicales, la consolidación de buenos hábitos de técnica y de ejecución (más la importante labor de asentar el amor a la música y al piano en particular); y 3. La introducción de la lectura, primero de patrones rítmicos y tonales y luego de partituras sencillas y la ampliación del repertorio musical que la lectura posibilita. En esta segunda entrada de la serie explicaré con más detalle cómo abordo la primera etapa y cuáles herramientas me han resultado útiles, tanto con alumnos pequeños como con los de más edad.

Nota: Como vengo haciendo en todos los artículos de este blog, y aún siendo consciente de otras prácticas utilizadas y de las razones para hacerlo, hago uso del masculino genérico (por ejemplo “profesores” o “alumnos”) para agilizar la lectura. 

Los comienzos

Considero la etapa inicial de aprendizaje del piano (como en todos los instrumentos musicales) como la más importante: es cuando se ponen los cimientos de la técnica, de la creatividad y de la comprensión musical: es una lástima que una labor a consciencia de los primeros profesores se queda a menudo en el anonimato. En el caso concreto de la enseñanza del piano basada en la MLT, buscamos establecer las siguientes bases (las resumiré primero para después describir con más detalle cómo se llevan a cabo los distintos puntos):

Habilidades musicales:

  1. Distinguir auditivamente la métrica binaria y la ternaria
  2. Reconocer auditivamente y cantar la nota de reposo
  3. Distinguir auditivamente (sin explicaciones, ni teoría, ni vocabulario musical) acordes de tónica y dominante en mayor y menor
  4. Imitar cantando con cierta exactitud patrones tonales con sílabas neutras en mayor y menor
  5. Repetir con cierta exactitud y crear patrones rítmicos de macro- y micro- pulsos en binaria y ternaria (opcional el uso de sílabas rítmicas).

Técnica pianística:

  1. Establecimiento de una posición correcta, con un uso natural y relajado de los dedos, la mano, la muñeca y el brazo junto con una postura erguida y relajada.
  2. Consciencia del uso del brazo en el ataque de notas separadas (cortas y largas) usando el dedo 3 para comenzar y luego añadiendo el uso de los dedos 2 y 4.
  3. Desplazamientos por el teclado mediante el movimiento del brazo, tanto para familiarizarse con el teclado como para acostumbrarse a los desplazamientos.
  4. Coordinación de las manos alternando derecha e izquierda o con movimiento simultáneo.

Procedimientos habituales durante la clase:

  1. Las habilidades musicales se trabajan fuera del piano, con movimiento de cuerpo entero, canciones, y actividades con patrones tonales y rítmicos. Estas habilidades luego se ponen en práctica en el piano (no necesariamente el mismo día), sea tocando piezas o en actividades de creatividad e improvisación. La técnica también se trabaja fuera del piano mediante el movimiento para tener más consciencia de las sensaciones del cuerpo, recurriendo a la vez a imágenes mentales de todo tipo de cosas, animales, sensaciones y emociones.
  2. En esta etapa, como primer paso, se usa la imitación para aprender las piezas mientras se van asentando las habilidades musicales mencionadas, la cuales en seguida permiten la comprensión de lo que se está tocando y de ahí aprender las piezas mediante la comprensión auditiva.
  3. Se trabaja sin partitura, aunque se usan algunas ayudas gráficas para agilizar el aprendizaje de las piezas, que a la vez sirven como una temprana preparación para la lectura.
  4. Se dedica una parte importante de la clase a actividades de creatividad e improvisación.
  5. El ambiente es de estar haciendo música juntos, sea cantando y moviéndose con la música, haciendo ritmos, escuchando e imitando una pieza, tocando la pieza juntos o creando ideas musicales.
  6. Con los alumnos un poco mayores o con adultos los procedimientos son los mismos pero adaptados a su edad y personalidad.

Ahora vamos a ver con más detalle cada uno de estos puntos:

 ¿Cómo se trabajan las habilidades musicales en la primera etapa?

Lo primero que hay que tener en cuenta es la idea fundamental de la Teoría del aprendizaje musical: que al aprender seguimos una secuencia natural y esta secuencia se debe respetar para asegurar un aprendizaje sin fisuras. Esta secuencia, muy resumida, es: primero experimentar auditivamente el concepto; luego, contrastarlo con un concepto ya familiar hasta poder distinguir uno del otro; después, usar el nuevo concepto creativamente.

El manual para el profesor (en inglés) del libro Keyboard Games de la serie Music Moves for Piano de Marilyn Lowe incluye unas valiosas explicaciones y muchas sugerencias de actividades para trabajar las habilidades a este nivel. Las canciones en todos los modos y métricas más las piezas (los audios están disponibles en Apple Music, Amazon Music, Pandora, YouTube Music, Spotify y la mayoría de plataformas de streaming internacionales: no es más que buscar “Marilyn Lowe” en la plataforma elegida).  Son un maravilloso recurso, como lo son también los numerosos videos que se encuentran en la misma web, y con un poco de imaginación y leyendo otras entradas de este blog sobre el tema (algunos con videos de las actividades), se podrá abordar con éxito esta parte de la clase de piano que es, quizás, la que más difiere de lo habitual, incluso si uno no domina el inglés (si leer el inglés es un obstáculo, con una página escaneada hay maneras de hacer copia y pega de fragmentos en un traductor online para obtener una traducción casi instantánea – para uso personal es una gran ayuda). A parte de esto se pueden usar canciones populares o incluso cualquier canción que nos viene a la mente como apropiada para trabajar la habilidad en cuestión.

  1. Métrica binaria y ternaria: se aborda mediante un trabajo previo de movimiento fluido no pulsado mientras se escucha una canción (por ejemplo, movimiento con la sensación de flotar en el espacio o el agua y otros similares) para luego – el mismo día u otro – moverse con el macropulso, balanceándose lateralmente, y con el micropulso mediante movimientos más finos de las manos, hasta que el alumno pueda distinguir grupos de dos y de tres micropulsos en cada macropulso. Luego – siempre a modo de juego con los más pequeños – se imitan patrones rítmicos sencillos de macro-micro pulso. Estos se tocan luego en el piano con un dedo o incluso con un puño suave. Nota importante: en esta etapa el docente, al hacer una pregunta tipo “¿Oyes grupos de dos o de tres?” (como, por ejemplo, cuando empezamos a estudiar una pieza) siempre debe responder su propia pregunta. Esperar que el alumno responda correctamente corresponde a una etapa posterior de la secuencia. Para más información sobre el trabajo del ritmo, ver este artículo de este mismo blog además del anteriormente mencionado artículo sobre el movimiento.
  2. Reconocer auditivamente y cantar la nota de reposo: esto también se aborda mediante canciones cantadas por el profesor (moviéndose todos de diferentes maneras según la actividad), en este caso parando antes de la última nota para que los alumnos canten la nota de reposo junto con el profesor. Luego, siguiendo con el movimiento, el profesor se detiene en diferentes sitios de la canción y los alumnos “se congelan” y cantan la nota de reposo. En esta etapa, cuando ya la distinguen, se les informa que esta nota se llama la nota de reposo, pero no se dan más explicaciones. Otra actividad es, al final de la canción, cantar el patrón dominante-tónica (intervalo de 5ª) estirando los brazos en el aire con la dominante y bajando al suelo con la tónica, o tirando un pañuelo al aire con la dominante y cantando la tónica cuando cae al suelo. Estas actividades se hacen tanto con el repertorio de canciones en distintos modos y métricas como con las piezas para tocar (las que son claramente tonales – muchas de las piezas en esta etapa no lo son) antes de aprender a tocarlas. En este artículo de este mismo blog se pueden ver algunos vídeos con esta actividad: el primer vídeo corresponde a esta etapa de la secuencia de Gordon, que se denomina “auditivo/oral”.
  3. Distinguir auditivamente (sin explicaciones ni teoría) acordes de tónica y dominante en mayor y menor: Gordon no incluye esta habilidad en su secuencia de aprendizaje; es un desarrollo posterior de la Teoría del Aprendizaje Musical propuesto por Eric  Rasmussen, profesor de educación musical temprana en el Peabody Institute de la Universidad John Hopkins y especialista en MLT y uno de los primeros alumnos de Gordon. Él considera que, junto con la secuencia rítmica y la secuencia tonal, se debe incluir a la vez lo que él denomina la secuencia armónica, o sea, la capacidad de distinguir las funciones armónicas de los acordes. En su opinión, que me parece acertada, esta habilidad sirve de apoyo a la capacidad de distinguir patrones tonales. En un futuro artículo tengo previsto explicar con detalle la secuencia armónica (y para los que entendéis el inglés hablado, en internet encontraréis toda una serie de podcasts de Rasmussen sobre el tema); de momento, es suficiente con decir que en esta etapa se trabaja tocando canciones sencillas con acompañamiento de acordes de tónica y dominante, jugando con qué pasa cuando se toca un acorde “equivocado” al final de la canción. Con un simple “Sí” o “No” el alumno distinguirá entre la tónica (“Sí”) y la dominante (“No”), y a partir de ahí podrá llegar a distinguir los acordes de la canción y empezar a entender su estructura armónica. Todo como un juego y sin ninguna explicación teórica ni vocabulario musical.
  4. Imitar cantando con cierta exactitud patrones tonales con sílabas neutras en mayor y menor: en esta etapa no hay enseñanza formal de patrones tonales, pero al acabar de cantar una canción se suelen cantar algunos de sus patrones y se pide que los alumnos los canten (no se les pide que los canten solos a no ser que demuestren poderlo hacer con confianza). Así mismo, con las piezas de piano que sean tonales, se canta primero la pieza –  aprovechando para hacer actividades de movimiento, ritmo y nota de reposo – y se repiten algunas de sus patrones. No se utilizan silabas tonales.
  5. Repetir con cierta exactitud y crear patrones rítmicos de macro- y micro- pulsos en binaria y ternaria (opcional el uso de sílabas rítmicas). De la misma manera que con los patrones tonales, se aprovecha el final de una canción cantada para repetir algunos de sus patrones rítmicos una vez que los alumnos estén moviéndose con el macropulso y sintiendo los micropulsos. Así mismo se hacen los principales patrones rítmicos de la pieza que se vaya a tocar – primero con la voz y luego tocando una tecla del piano. Cuando los alumnos lleguen a distinguir bien la métrica (binaria: grupos de dos micropulsos; ternaria: grupos de tres) pueden intentar crear sus propios patrones de macro-micro cuando el profesor lo sugiere, o si no, repetir el que haya dicho el profesor. A diferencia del caso de los patrones tonales, cuando los conceptos de macro y micropulso están claros se pueden introducir las sílabas rítmicas: DU DE en binaria y DU DA DI en ternaria. Todos los patrones rítmicos se pueden luego tocar en el piano, y si es clase en grupo, uno puede tocar macros y el otro micros, y si hay tres, uno de ellos puede improvisar patrones mientras los otros tocan macros y micros.

Es importante recordar que, aunque estemos buscando que los alumnos repitan con cierta exactitud los patrones, no se les corrige sus errores. Sencillamente se vuelve a cantar o recitar el patrón para que el alumno pueda oír la diferencia entre este y el suyo y se sigue con el siguiente. Alternativamente se puede repetir tal como lo ha hecho el alumno y luego repetir el patrón correcto para que oiga la diferencia, pero sin llamarle la atención sobre ello: basta con dejar un momento de silencio antes de continuar. Así se evita que el alumno tenga miedo a equivocarse. El aprendizaje natural es muy efectivo cuando descubrimos por nuestra cuenta nuestros errores al compararnos con el modelo (que en este caso puede ser tanto el profesor o, en una clase en grupo, otro alumno).

¿Cómo se trabaja la técnica pianística a este nivel?

Con respecto a la técnica pianística no existe una “manera MLT” propiamente dicha, pero es verdad que, siendo los patrones rítmicos los que sirven de base de muchas piezas en la primera etapa (ya que los patrones tonales requieren un poco más de tiempo), esto encaja muy bien con un enfoque que prioriza un trabajo inicial con un solo dedo o incluso el puño para asentar un uso óptimo de la unidad brazo/muñeca/dedo. Gran parte de lo que explico en este apartado viene de lo que aprendí con mi profesor Leonid Sintsev, pasado por el filtro de años de prueba y error (¡o éxito!) y no exclusivamente de mi experiencia con la MLT; sin embargo, el único método de piano que existe actualmente basado en las ideas de Edwin Gordon (Music Moves for Piano de Marilyn Lowe) sigue, por suerte, más o menos el mismo enfoque, con ligeras diferencias que encuentro fácilmente manejables. Por lo tanto, en la etapa inicial, los libros Keyboard Games A y B del mencionado método son perfectamente compatibles con el enfoque que propongo aquí, y pueden ser complementados con piezas suplementarias si surge la necesidad de trabajar más algún aspecto u otro de la técnica.

   1. Establecimiento de una posición correcta 

En realidad la posición correcta de la mano se consigue mediante los próximos tres puntos de esta sección: en esta etapa no hace falta hablar específicamente sobre la posición de la mano con el alumno, sobre todo cuando hacerlo puede ser hasta contraproducente (hablar de relajarse con un niño pequeño – o incluso con un adulto – suele producir el efecto contrario, y hacerles pensar en poner la mano así o asá sólo consigue unos gestos muy poco naturales o, como poco, crear ya un temor en el alumno de no estar haciendo las cosas bien, cosa nefasta para el aprendizaje y para el disfrute de la música). Eso sí, hay que asegurarse de que el alumno esté colocado a la altura correcta (los codos al mismo nivel que el teclado). Con los alumnos pequeños suele funcionar mejor tocar de pie, dependiendo de su altura. También deben estar a la distancia correcta – los codos deben estar ligeramente adelantados al cuerpo para facilitar el movimiento del brazo. Con los pequeños que tocan de pie, se les dice que imaginen que llevan un flotador en la cintura que no les deja acercar la panza al teclado (es normal tener que repetir “¡flotador!” muchas veces hasta que se acostumbren). Es importante enseñar a los padres la manera correcta de posicionarse delante del piano – si no, todos los esfuerzos hechos en la clase se pierden en casa. Es buena idea pedir un foto del alumno al piano en su casa y buscar con los padres la manera de que su hijo/a se sienta a la altura y distancia correctas.

   2. Ataque de notas separadas 

De hecho, el libro de Keyboard Games ni siquiera comienza usando los dedos separadamente sino todos los dedos en forma de un puño suave (no apretado). Esto se hace para trabajar primero el funcionamiento del brazo – cosa fundamental en la técnica pianística – sin que el alumno se preocupe por los dedos. Se trabaja fuera del piano primero, con actividades de movimiento donde se imagina, por ejemplo, una grúa subiendo una carga (el brazo es la grúa y la mano, en forma de puño o por lo menos con los dedos totalmente relajados, es la carga que cuelga por su propio peso). Esta grúa puede desplazarse y dejar la “carga” suavemente en otro sitio, cuidando de que cuando la “carga” se pose lo haga en la parte plana con los dedos recogidos, no de punta en los nudillos (esto requiere una flexión fluida y natural de muñeca, un movimiento también básico).

Otro recurso es el del globo aerostático y/o el paracaídas – en este caso, al bajar el brazo imaginamos la mano con la curvatura del paracaídas (o del globo) que baja muy suavemente: los dedos son las personas que aterrizan con los “pies” (la punta de los dedos) en el suelo, o, en el caso de usar el puño, este puede ser la cesta del globo que se posaría igual que la “carga” de la grúa ¡sin caerse ni aplastarse! Al pasar de usar el puño a usar el dedo 3, ya sólo hay una “persona” que aterriza, y lo hace también “de pie” (o sea, con la punto del dedo, manteniendo la curva natural del mismo). Estas sólo son dos ideas que suelen  funcionar muy bien – cada profesor irá descubriendo más recursos. Lo importante es ayudar al alumno a encontrar la sensación de movimiento libre del brazo que luego se traslada al piano, donde se experimenta con la grúa y el paracaídas/globo (o alguna otra idea) buscando un sonido agradable, incluso cuando se tocan tres teclas a la vez con el puño.

Las primeras piezas fomentarán el uso de esta técnica, al principio tocando tres teclas negras con el puño y luego, cuando el alumno puede “caer de pie” con el dedo 3, tocar notas separadas usando sólo este dedo (sin separar los otros dedos, que deben estar relajados y muy juntos). ¿Y cómo aprender a “caer de pie” con el dedo 3, manteniendo los demás dedos con una curva relajada y sin separarse? Primero, que el alumno descubra que el dedo 3 es el dedo “más alto”; luego, practicar fuera del piano el “aterrizar” sobre este dedo sin abrir los demás dedos, teniendo presente siempre el movimiento de la grúa/paracaídas/globo (esto se hace a modo de juego, nunca con la preocupación de “hacerlo bien” – si quien enseña participa en el juego los alumnos suelen acabar imitándole bien). Luego hay que trasladar el juego al piano, “aterrizando” con el dedo 3 sin preocuparse por dónde cae – mejor incluso sin mirar. De ahí se pasa a caer donde uno quiere, mirando primero cuál tecla se va a tocar y luego llevando la mano a ella. En este momento es muy importante evitar levantar la mano para poder ver por debajo dónde está la tecla o, al contrario, tirar la mano hacia atrás y bajar la muñeca para ver por encima: por esta razón es muy importante localizar la tecla antes con la vista y luego llevar la mano a la tecla con la “grúa” (al principio el alumno cree que no puede acertar la tecla si no la ve, pero al practicarlo unas cuantas veces en clase a modo de juego, acaba viendo que sí puede).

En esta etapa hay que experimentar diferentes maneras de tocar para sentir cómo el brazo actúa de forma diferente en cada una: en vez de explicarlo, mejor que el alumno lo descubra por sí mismo probando las diferentes maneras. Cada manera diferente puede asociarse con una imagen o idea: para notas cortas, al “aterrizarse”, resulta que el suelo es de goma y rebota (importante que la mano cuelgue cuando el brazo sube); para notas cortas y repetidas el movimiento del brazo se hace más reducido y la mano “hace rebotar una pelota de básquet” (el alumno verá que la mejor manera no es darle un golpe brusco a la pelota imaginaria sino darle un empujón hacia el suelo con la muñeca flexible: se puede contrastar las dos maneras). Este movimiento contrasta con el efecto que da “picar” la tecla, como un pájaro carpintero, cuando queremos repetir notas rápidamente. Para notas largas y profundas, al “paracaidista” se le hunden los pies en el fango y hay que tirar de él hacia arriba (con la grúa, o sea, el brazo) para sacarlo – los “pies” se quedan metidos en el fango hasta el último momento (provocando que la muñeca se doble y la mano cuelgue); para un sonido acampanado, usando el pedal se imagina el sonido de un gong tocando lentamente. Para cada tipo de sonido diferente, el alumno debe aprender – o inventar – una pieza que requiere ese sonido en concreto para su correcta interpretación. Cuando está bien asentada esta técnica de notas separadas se pasa a emplear de igual manera los dedos 2 y 4.

Hay otra técnica de notas separadas que denomino “notas saltarinas” (uso este término incluso con los mayores hasta que se habitúen a la técnica; luego introduzco la palabra staccato) donde en preparación para tocar la nota el dedo descansa previamente en la tecla sin hundirla (una importante razón para insistir en que el alumno tenga un piano acústico o eléctrico con teclas contrapesadas, no un teclado, donde cuesta dejar la mano encima de las teclas sin que estas se hundan); desde esta posición, el dedo se impulsa en la tecla mediante un movimiento hacia adelante del brazo, con una muñeca muy flexible que cede ante el impulso haciendo sonar la nota en el momento de saltar (para volver a la posición de inicio hay que recurrir a lo del “paracaídas”). Algunas de las piezas de Keyboard Games son muy aptas para estas “notas saltarinas”, pero puede ser una técnica un poco contraintuitiva porque la nota no se produce con un movimiento de bajada sino al impulsar el brazo hacia adelante dejando doblar la muñeca: si son niños muy pequeños, posiblemente no tengan la coordinación necesaria y en este caso espero a la siguiente etapa para introducirla. Sin embargo, con alumnos un poco mayores y dependiendo de su habilidad, se puede hacer. La considero una técnica muy importante porque desarrolla el hábito de preparar las notas física y mentalmente antes de tocar y ayuda a establecer un buen uso del brazo, que debe estar del todo relajado. Depende de cada caso y, como siempre, del criterio del docente.

También dependerá del alumno (su edad, su coordinación…) y del criterio del profesor si en esta primera etapa se pasa a tocar dos notas ligadas, a añadir las notas dobles (dedos 2-4, 1-4, 1-3, 2-5 y 1-5) o a tocar con todos los dedos. Normalmente hay tantos otros conceptos importantes que aprender que suelo esperar a la siguiente etapa para estas técnicas. Hay que valorar la capacidad de cada alumno: con los mayores a veces se puede acelerar el proceso (además, tienden a  impacientarse antes con lo de tocar con un solo dedo). En este caso se puede dar piezas suplementarias según el caso.

Creo que no hace falta recordar (pero lo hago por si acaso) que todas estas actividades y las siguientes se deben hacer de igual manera tanto con la mano derecha como con la izquierda.

   3. Desplazamientos

Es importante que desde el principio el alumno aprenda a desplazar la mano por el teclado mediante el movimiento del brazo, tanto para familiarizarse con el teclado como para mantener la soltura del brazo y acostumbrarse a los desplazamientos. El primer paso ya lo hemos dado con la actividad de “la grúa” para las notas separadas: no es más que practicar llevar la “carga” a lo largo del teclado (la grúa se puede convertir en un helicóptero para desplazamientos más rápidos). Los alumnos pequeños, al tocar de pie, tienen la ventaja de poder desplazar todo el cuerpo en según qué caso. Los alumnos más grandes que tocan sentados experimentarán con desplazar el brazo sin moverse en el asiento, inclinándose sobre una cadera u otra si hace falta. El libro de Keyboard Games incorpora muchas piezas con desplazamientos.

La percepción del movimiento en el cuerpo es la base de gran parte de la música, y la imaginación es importantísima para conseguirla. Para los desplazamientos rápidos, podemos emplear la técnica de “notas saltarinas” explicada en la sección anterior (si vemos que el alumno tiene la coordinación suficiente) añadiendo la imagen de una rana que salta de una piedra a otra: el impulso de saltar será como cuando la rana se impulsa con sus patas y se aterriza en la segunda nota sin hacerla sonar, imaginando que la rana aterriza sin hacer ruido (la rana baja en paracaídas). La segunda nota sonará sólo cuando volvamos a dar otro impulso con las “patas de rana” para seguir saltando. Hay que insistir en la importancia de fijar la vista en el destino antes de “despegar” del punto de partida: sólo así el cerebro puede calcular bien la distancia y el impulso necesario. Por supuesto que vale cualquier otra idea que consiga el efecto deseado y que estimule la imaginación del alumno haciendo que tocar sea un juego.

El trabajo de los desplazamientos desde los comienzos evita crear las limitaciones tan frecuentes en los alumnos que se acostumbran a tocar en una sola posición, normalmente en el centro del teclado, y se sienten incómodos cuando se les exige mover la mano a otras tesituras. Fomentando la soltura, la seguridad y la familiaridad con todo el teclado, a la hora de leer, el alumno aceptará con naturalidad los cambios de octava y de clave.

   4. Coordinación: alternancia de manos  y movimiento simultáneo

El ataque de notas separadas y los desplazamientos se combinan frecuentemente con la alternancia de manos y con tocar notas repetidas con las dos manos a la vez. Lo primero fomenta la diferenciación de derecha y izquierda (con los pequeños a menudo es suficiente con decir “esta mano” o “la otra”, hasta que tengan claro el concepto izquierda/derecha). Hasta con los adultos es importante, ya que es frecuente encontrar alumnos que confunden derecha e izquierda. Lo segundo – tocar con las dos manos a la vez – requiere otro tipo de coordinación que, aunque parece fácil, exige encontrar y tocar dos teclas en vez de sólo una, y el alumno nota el incrementa de trabajo para su cerebro.

A la hora de tocar con las dos manos a la vez, es un buen momento para asegurarse de que las técnicas trabajadas de notas separadas (la grúa, el paracaídas, la pelota de básquet, las diferentes maneras de tocar una nota…) se hacen igual de bien con las dos manos.

Resumiendo: en cuanto a la técnica, esta primera etapa se basa en utilizar piezas de notas separadas combinando la alternancia de las manos, notas repetidas con las dos manos a la vez y los desplazamientos para familiarizarse tanto con el teclado en toda su extensión como con los distintos sonidos que se puede producir mediante las diferentes maneras de tocar las notas. Las piezas de Keyboard Games son un recurso valiosísimo para esta etapa, pudiendo ser complementadas con otras piezas según el criterio de cada profesor y dependiendo de cada alumno.

Procedimientos habituales durante la clase

   1. Actividades fuera del piano

La mayor parte de las actividades fuera del piano tienen que ver con el movimiento de cuerpo entero (tanto alumnos como el profesor) mientras el profesor canta pequeñas canciones o recita ritmos. Esta práctica es una de las que más define el enfoque MLT, y cualquiera que tenga interés en aplicar las ideas de Gordon debe conocer bien este aspecto, sea asistiendo a cursos o buscando videos en Internet. Un primer paso podría ser leer el artículo sobre el movimiento en este blog; así mismo, pueden verse algunos ejemplos de actividades de movimiento en los primeros tres videos de esta entrada así como en la web de Music Moves for Piano.

Tal como explico en el mencionado artículo sobre el movimiento, estas actividades se basan en cuatro categorías: flujo, espaciopeso y tiempo y se exploran todas sus variantes, en todo el rango de las posibilidades de cada categoría: el flujo desde totalmente fluido a restringido; el espacio en diferentes formas de movimiento directo o indirecto (o recto/curvilínea); el peso desde pesado a ligero; y el tiempo se percibe y se expresa desde rápido a lento. Flujo, espacio, peso y tiempo se combinan e interactúan para crear el ritmo y la expresión musical. El objetivo es que el alumno perciba la conexión entre la música y el movimiento comprendiendo física y auditivamente los conceptos musicales que presentamos mientras desarrolla una buena coordinación muscular y a la vez se relaja y se divierte (la diversión se ha demostrado ser imprescindible en el aprendizaje).

Otro recurso que es un tesoro para estas actividades es el ya mencionado Manual del profesor del libro Keyboard Games donde se encuentran multitud de ideas: hay varias para cada pieza y para cada canción del libro (los audios se pueden descargar en la web de Music Moves for Piano).

Fuera del piano se hacen, además, actividades con patrones tonales y rítmicos: estos últimos con movimiento tanto pulsado como fluido, y los tonales con movimiento libre (pero que los alumnos no se distraigan de la imitación de los patrones). Recordamos que en esta etapa el trabajo de patrones es informal, sin buscar imitaciones precisas. En esta entrada del blog se pueden observar algunos ejemplos de trabajo con patrones tonales, unos integrados en las actividades de movimientos con canciones y otros con los alumnos sentados concentrándose en imitar los patrones. En cuanto a los patrones rítmicos, en esta página de la web de Music Moves for Piano y en esta encontraréis varios videos con diferentes actividades.

Para la imitación de patrones, un recurso divertido para los más pequeños (y muy efectivo para los más tímidos) es usar un títere de mano: he fabricado uno con un par de calcetines de deporte vueltos al revés, cosiéndole unos triángulos de tela del talón de los mismos calcetines como orejas, una lengua de fieltro rojo y un par de ojos de plástico comprados en el bazar. Se llama Freddy, y a los alumnos les encanta repetir los patrones que él canta o recita, y que Freddy repita los que ellos inventan (a bastantes les sigue gustando la actividad incluso con nueve o diez años, a pesar de sentirse ya “mayores”).

Aunque se trabajen fuera del piano, como veréis en otros videos de la web de Music Moves for Piano, todos los patrones se transfieren en algún momento al piano (no necesariamente el mismo día), sea tocando piezas o en actividades de creatividad e improvisación (como se ha mencionado, en esta primera etapa nos centramos en los patrones rítmicos, trabajando sólo de manera informal los patrones tonales).

Otra actividad fuera del piano es, en ocasiones, dibujar mientras se escucha una pieza: con los más pequeños (como algunos aún no saben leer y aunque pudieran, los títulos de las piezas están en inglés) les suele gustar hacer un dibujo en su libro – en la misma página de la pieza – para recordar el título. Marilyn Lowe sugiere que sólo usen un lápiz (colores, no) y sin goma de borrar para evitar que el alumno se distraiga excesivamente y pierda tiempo de la clase buscando colores o borrando lo dibujado. No necesariamente tienen que sólo escuchar mientras dibujan: a la vez pueden jugar a responder “Sí” o “No” según oyen acordes de tónica o dominante en el acompañamiento de una canción, trabajando así de la secuencia armónica de Eric Rasmussen explicada más arriba.

Como ya hemos visto en el apartado sobre la técnica, esta también se incluye en las actividades fuera del piano recurriendo al movimiento para adquirir más consciencia de las sensaciones del cuerpo usando imágenes mentales de todo tipo: animales, sensaciones y emociones. Tanto el uso del conjunto brazo/muñeca/dedos como la articulación o los desplazamientos se pueden trabajar de esta manera, manteniendo así un clima de juego y evitando crear un sensación de dificultad ante el piano en el alumno. Así mismo las sensaciones musicales que motivan diferentes técnicas (saltos, staccato/legato, diferentes ataques) se pueden integrar con canciones y ritmos, creando los cimientos de una técnica motivada por razones musicales, buscando una conexión con las emociones y las sensaciones que estas causan en el cuerpo, y no por un aprendizaje de mera imitación de movimientos, lo cual a veces lleva a tocar sin profundidad musical.

   2. La imitación como primer paso

Según Gordon, uno de los primeros pasos en el aprendizaje musical es la imitación. Eso sí, en la MLT, cuando un alumno aprende un concepto nuevo lo contrastamos en seguida con uno ya conocido: este procedimiento se basa en nuestra manera innata de aprender. Muy pronto se va formando una base de primeros conocimientos musicales, y la imitación pronto vendrá acompañada de la comprensión musical. Idealmente la primera fase de imitación pura no dura mucho: paso a paso los alumnos van adquiriendo las habilidades musicales necesarias para comprender cada vez más elementos de lo que están tocando, facilitando así la memorización.

Donde la imitación seguirá siendo importante durante un tiempo es en la enseñanza de la técnica. Para la correcta adquisición de las técnicas explicadas más arriba es imprescindible que el alumno tenga un modelo a seguir (un modelo que también le ayude a ver cómo cambia el resultado musical dependiendo de cómo tocamos, y que esto a la vez depende de la sensación que imaginamos). Eso sí, se trata de mostrar y facilitar la asimilación de la técnica, no de exigir una ejecución “correcta”.

Para facilitar el aprendizaje por imitación, las piezas de Keyboard Games son muy cortas y generalmente presentan sólo un concepto nuevo cada vez, ya sea una idea musical o una nueva técnica. Aparte de las piezas del libro, y dependiendo de cada alumno, se pueden enseñar otras piezas que el profesor vea adecuadas (el alumno a veces pide aprender una melodía o la aprende solo). Pero como estas suelen presentar una variedad de conceptos y/o técnicas juntas (y pueden ser más complejas), se usan normalmente como complemento especial ocasional (o suplemento en el caso de los alumnos más aventajados).

   3. Trabajar sin partitura

El aprendizaje en esta primera etapa se lleva a cabo sin partitura, recurriendo, como se ha dicho, a la combinación de la imitación con la comprensión auditiva. Sin embargo, para agilizar el aprendizaje y la memorización se usan algunas ayudas gráficas que a la vez sirven como una temprana preparación para la lectura.

El libro de Keyboard Games utiliza un sistema que da al alumno toda la información necesaria, en forma gráfica, para saber cuáles teclas usar, su situación en el teclado, cuáles dedos usar, con cuál mano empezar, y si las manos se desplazan o no. A la vez indica la métrica mediante sílabas rítmicas (DuDe o DuDaDi) y da una sugerencia de tempo con palabras sencillas. Incluso los alumnos más pequeños que todavía no saben leer son capaces de entender fácilmente los gráficos, y sólo necesitan ayuda para leer las indicaciones muy escuetas sobre la métrica y el tempo. (A pesar de estar pensado para que un niño pequeño pueda entenderlo, el libro no tiene un aspecto infantil ni las piezas son infantiles: los alumnos adultos lo pueden usar sin sentir que tienen delante un “libro infantil”, lo cual es un logro encomiable de la autora.)

Las indicaciones gráficas juegan, además, un papel importante como preparación para la lectura, al acostumbrar al alumno a extraer información de la página y a estar pendiente de ciertos factores como la digitación, la situación de las manos en el teclado y el movimiento de las manos sobre él. Así mismo aprende que antes de tocar hay que saber la métrica y haber pensado cómo vamos a tocar la pieza (rápido, lento, fuerte, suavemente…). La partitura en sí no se utiliza para aprender a pieza, pero está presente en la página: de esta manera los alumnos se acostumbran a observar la música escrita, a descubrir patrones y a asociar lo que tocan con su representación.

El resto de la información necesaria para tocar la pieza vendrá de la imitación durante la clase y del audio de la pieza para escuchar en casa y tocar con el acompañamiento.  Nota: No todo puede ser perfecto: algunos acompañamientos van demasiado rápidos para mi gusto; en estos casos le digo al alumno que toque la pieza en casa sin el acompañamiento y acordamos tocarla de nuevo juntos en la próxima clase.

El procedimiento para enseñar las piezas siempre es el mismo: para empezar, el profesor toca la pieza mientras el alumno escucha – a veces esto se hace en la clase anterior mientras el alumno dibuja o se mueve libremente. Seguidamente se hacen actividades enfocadas a asimilar la coordinación o técnica necesaria para tocar la pieza. Luego el profesor toca otra vez la pieza y el alumno observa y responde preguntas sobre ella (las preguntas cambian según se va desarrollando la audiación del alumno). Estas preguntas siempre son respondidas por el profesor a la vez que el alumno: no es un examen, sino simplemente llamar la atención sobre los diferentes elementos. ¿El ritmo iba en grupos de dos o de tres? ¿Qué patrones has oído? ¿Se repite algún patrón? ¿Cuál mano empieza? ¿Dónde se tocan las notas? Son teclas blancas o negras o una mezcla? ¿Las notas eran separadas o ligadas? (en el caso de que ya se haya introducido la técnica de dos notas ligadas). Luego se practica el movimiento de las manos fuera del teclado, tocando “al aire”, para asegurar la coordinación de los movimientos. Ya en el piano, si hay una técnica nueva se practica con teclas aleatorias, y si hay un nuevo patrón rítmico se recita y se toca primero en una tecla y luego se inventa alguna idea musical con teclas aleatorias usando el patrón. Cuando todo está claro el profesor vuelve a tocar la pieza y después lo hace el alumno. Si hay una parte de acompañamiento, se toca la pieza a dúo. A partir de aquí viene la parte creativa donde el alumno decide cómo quiere cambiar la pieza variando alguno de sus elementos, y opcionalmente creando un final o una introducción, como se explicará en la siguiente sección.

Al trabajar piezas suplementarias suelo hacer que el alumno rellene una hoja que contiene gráficos similares a los del libro y que apunte la información pertinente para tenerla en casa, y como normalmente son más complejas suelo proporcionarles un video para refrescar la memoria durante la semana (en los niveles más avanzados sólo doy audios). Si la pieza tiene un acompañamiento, también proporciono un audio para que el alumno pueda disfrutar del acompañamiento tocando en casa. Nota: es importante que tenga al lado del piano unos altavoces o alguna manera de escuchar bien el audio mientras toca.

   4. Actividades de creatividad e improvisación

Se dedica una parte importante de la clase a estas actividades, desde el primer día. Si consideramos el aprendizaje de la música como similar al del lenguaje, vemos que la comunicación verbal consiste en la improvisación constante utilizando el vocabulario y la sintaxis que se sepa manejar. Hablar no consiste en repetir frases aprendidas de memoria ni en interpretar signos en un papel: es una actividad de creatividad constante. Lo mismo deberíamos poder hacer al comunicarnos musicalmente: usar nuestro vocabulario y conocimiento de la sintaxis musical (cada uno a su nivel) para crear nuestro propio mensaje musical que pueda ser entendido por el oyente. Para profundizar en este tema recomiendo leer en este blog los cuatro artículos relacionados con la creatividad y la improvisación, empezando con este.

A cada nivel se aborda la creatividad y la improvisación de acuerdo con los conocimientos y las habilidades del alumno. Al nivel inicial el ritmo nos permite ya crear con patrones mientras que a nivel tonal el alumno aún está al nivel de exploración: en cuanto a notas no hay que seguir ninguna pauta y los resultados suelen ser bastante aleatorios.

Lo más sencillo es crear con patrones: los mismos patrones que se trabajan en las actividades de audiación (siguiendo la secuencia que estableció Gordon, que es la que sigue la autora de Keyboard Games) se utilizan para crear pequeñas ideas musicales al piano – al principio con un solo dedo, luego se puede aprovechar para poner en práctica nuevas técnicas. Si de desea, estas pequeñas ideas se pueden combinar y estructurar para formar pequeñas piezas musicales – todo depende de la imaginación y disposición de cada alumno.

Las piezas también son una fuente de actividades de creatividad: las pequeñas piezas de Keyboard Games son muy cortas y sencillas no solo para facilitar su aprendizaje sino como base para variar sus elementos. Esta importante actividad no solo estimula la imaginación y la creatividad del alumno: a la vez ayuda a asentar los nuevos conceptos musicales y desarrolla la habilidad de distinguir los elementos y usarlos de manera diferente. Requiere darse cuenta de los patrones rítmicos usados en la pieza, el lugar en el teclado donde se ejecutan, la manera de tocarlos (articulación, dinámica…), el orden en que se tocan (lo cual da origen a la estructura de la pieza) y otros factores. Se trata de que, una vez aprendida la pieza, el alumno decide cómo la puede cambiar, sea tocándola al revés, invirtiendo la alternancia de las manos, usando otro patrón rítmico, cambiando el registro, o el tempo… Según van avanzando, los alumnos pueden echar mano de más recursos al ir incrementando su conocimiento musical.

Al ser tan cortas y escuetas las piezas, sirven desde el primer día para poner en práctica la creatividad: muchas de las piezas casi piden a gritos un final, y los alumnos suelen prestarse inmediatamente para crear uno. De la misma manera, se puede introducir el concepto de la introducción, y que utilicen un patrón rítmico y las notas de su gusto para crear una. Otro recurso es crear potpurrís de piezas, o mezclar partes de diferentes piezas para crear una pieza nueva.

De esta manera las actividades de improvisación y creatividad no sólo son esenciales para asentar los nuevos conceptos sino que hacen que la clase sea rica, activa e intelectualmente estimulante.

   5. El ambiente es de estar haciendo música juntos

En seguida se hace patente el ambiente distinto de una clase de este tipo frente a una clase tradicional. Mientras la típica clase tradicional consiste en que el alumno se sienta al piano y haga lo que diga el profesor (que normalmente es mirar el libro y tocar lo que hay en la página), el ambiente de una clase basada en la MLT es de estar haciendo música juntos, sea cantando y moviéndose con la música, haciendo ritmos, escuchando e imitando una pieza, tocando la pieza juntos o creando ideas musicales.  De hecho hay muy poco de lo que se suele entender por “enseñar”, ya que los conceptos nuevos se introducen auditivamente con actividades de imitación, sin ninguna explicación, sobre todo si los alumnos son de corta edad (con alumnos adultos puede haber más explicación – ya que les suele gustar saber más sobre lo que están haciendo – pero sin pasarse). La web de Music Moves for Piano es un recurso valioso para vídeos que ilustran la actividad de las clases.

   6. Procedimientos adaptados a la edad y personalidad del alumno

Una de las cualidades que hace único el libro de Keyboard Games es que se puede usar con todas las edades al no tener un aspecto infantil ni contener, con pocas excepciones, canciones infantiles. Con los alumnos un poco mayores o con adultos los procedimientos en la clase son los mismos pero, evidentemente, hay que adaptarlos a su edad y personalidad. Las ideas para movimientos se adaptan a las mentalidades diferentes de, por ejemplo, un adolescente o un adulto de mediana edad. Se tiene en cuenta que los alumnos mayores tienden a ser un poco tímidos a la hora de moverse o de cantar: a los adultos las actividades de movimiento pueden presentarse como una buena manera de relajarse (que lo suelen necesitar) mientras que a un adolescente le pueden gustar más los movimientos que se parecen al baile moderno.

En las actividades donde hay que cantar patrones, una manera de conseguir que pierdan la timidez al cantar es no decirles que canten sino que intenten igualar los sonidos que hace el profesor. De hecho, pocas veces se les pide directamente que canten una canción, aunque muchas veces lo hacen espontáneamente. Al final todos acaban cantando patrones tonales sin problema. En cuanto a las piezas, se suele complementar las del libro con piezas más del gusto del alumno – hay que buscar piezas fáciles de aprender de oído, que utilicen las técnicas que se estén trabajando, y que además sean agradables para un alumno de su edad. Son importantes los acompañamientos: incluso cuando la pieza es muy sencilla, si hay un acompañamiento con ritmos y armonías que gustan, los alumnos disfrutan tocando. Teniendo en cuenta que al nivel de Keyboard Games se trabaja casi exclusivamente con un solo dedo, cuesta encontrar libros con este tipo de piezas, pero los hay. Da igual que tengan un aspecto infantil en algunos casos, ya que el alumno no usará el libro sino que aprenderá la pieza de oído. Es preciso hacer una buena selección de las piezas para no introducir técnicas que no se han trabajado aún en clase (en algunos casos se pueden adaptar, cambiando la digitación). Los libros The Music Tree: Time to begin de Frances Clark y Louise GossPiano Discoveries A de Lynn Freeman Olson y otros contienen piezas que funcionan bien a este nivel muy básico (cada profesor tendrá sus propios libros favoritos).

Dependiendo del alumno, la fase de tocar con sólo el dedo 3 se puede superar relativamente pronto, y aunque las piezas de Keyboard Games sigan utilizando solo un dedo (ojo, no por eso son siempre muy fáciles para el alumno, ¡hay algunas que se complican! – de hecho, a veces tocar con un sólo dedo puede incluso ser más difícil y requerir mejor conocimiento de las notas de la pieza), se puede suplementar con piezas que utilicen los dedos 2-3-4 en notas separadas o incluso introducir los ligados de dos notas mientras se siga trabajando con el libro. Lo importante es que se siga la secuencia de aprendizaje, cuidando de no saltar pasos introduciendo conceptos que aún no se han trabajado ni auditivamente ni técnicamente. Para los alumnos más pequeños, en Piano Safari Nivel 1 Repertoire de Katherine Fisher y Julie Kerr tiene piezas divertidas. Para los alumnos más mayores, Little Gems for Piano Volume 1, beginner level de Paula Dreyer contiene piezas fáciles de aprender de oído y que suelen gustar (aunque no tienen acompañamiento – y el libro no se consigue en Amazon). Dentro de la misma serie de Little Gems for Piano, el Creative Primer level tiene como co-autora a Marilyn Lowe, la autora de Music Moves for Piano y Keyboard Games, y ofrece una gran cantidad de piezas para aprender de oído con el propósito de que el alumno decida cómo tocará la pieza y haga sus propias versiones y variaciones. También el Primer Level de la misma serie contiene piezas factibles a este nivel y tiene buenos acompañamientos, con el único inconveniente de que a veces las piezas contienen conceptos que no siguen la secuencia de aprendizaje de Gordon (introduciendo alargamientos con divisiones, por ejemplo, en una pieza que, por otro lado sería perfecta para este nivel). En este caso depende del criterio del profesor, si el alumno puede hacer este salto de conocimiento o no. En algunos casos se puede hacer sin ningún problema, si el alumno tiene facilidad o ha tenido bastante contacto con la música; en otros casos se puede adaptar la pieza o simplemente esperar y buscar una pieza alternativa.

El libro de Dennis Alexander Repertoire by Rote contiene dos o tres piezas adecuadas para este nivel con unos buenos acompañamientos; como el caso anterior, puede dar el caso que haga falta introducir divisiones para que se entiendan bien los patrones de pieza, pero la mayoría de alumnos asimilan muy fácilmente este concepto y no causa problemas, aunque es importante seguir trabajando bastante tiempo con los macro y micropulsos.

Otro libro al que suelo acudir con frecuencia es el Divertudios 1 de Juan Cabeza. A este nivel toca seleccionar las piezas que encajan con la secuencia de aprendizaje (o, como los casos anteriores, decidir acelerar la introducción de algún concepto si el alumno está preparado). No tienen acompañamiento y son un poco más largas, pero para un alumno que está pidiendo más van muy bien – suelen gustar mucho. De hecho, cuando los alumnos ya pasan del nivel inicial básico, este libro y el Divertudios 2 forman parte permanente de mis clases y todos mis alumnos los usan regularmente.

Cuando damos piezas suplementarias es una buena idea que el alumno escriba en una hoja de papel tal como he explicado en el apartado 3 sobre trabajar sin partitura. Se aprende la pieza durante la clase: solo si queda bien aprendida se le dice al alumno que la toque en casa, con los apuntes y un video de referencia por si no se acuerdan durante la semana (pero nunca para aprender la pieza a partir del video).

Cada profesor tendrá su sistema, pero lo que me viene funcionando bien es compartir una carpeta de Google Drive con el alumno (o con sus padres si es pequeño) donde cuelgo los audios de la piezas y, si se da el caso, los videos. Con los alumnos en edad escolar también incluyo un documento Word que voy renovando cada semana con las actividades para hacer en casa – así además involucro a los padres en el estudio en casa. En cuanto al estudio en casa, con esta manera de enseñar y a este nivel el estudio en casa es sencillamente tocar lo que se ha tocado en la clase y escuchar los audios de las canciones.

En cuanto a la organización de la clase, cada profesor irá encontrando la manera que le funciona mejor, pero para empezar, en el manual del profesor de Keyboard Games hay una sugerencia de modelo de organización de una clase que garantiza que se incluyan canciones en diferentes modos y métricas, recitados rítmicos y actividades de creatividad y preparación de las piezas. Aunque puede ser necesario adaptar el modelo a la duración de la clase que tengamos, sirve para dar una idea de la estructura de una clase típica con MLT.

Resumiendo, al nivel inicial de la clase de piano con MLT hay mucho movimiento corporal, mucho cantar y recitar ritmos con la intención de introducir los primeros conceptos rítmicos de macro y micropulso y métrica binaria y ternaria, más el primer concepto tonal de la nota de reposo y un primer contacto auditivo con los acordes y sus funciones. Además exponemos al alumno a una gran cantidad de melodías en diferentes modos y métricas para aumentar su vocabulario tonal y rítmico, apoyando este con la imitación de patrones de manera informal sin esperar una imitación perfecta por parte del alumno y sin introducir sílabas rítmicas y tonales de manera formal (aunque a menudo se pueden introducir las sílabas rítmicas, como vimos antes, dependiendo del alumno). A la vez procuramos que el alumno asimile buenas costumbres con respecto a la técnica básica: el uso del brazo, la postura delante del piano, la firmeza y a la vez relajación de los dedos en el ataque…

Cuando el alumno ya tiene asimilados estos primeros conceptos y es capaz de expresar sus propias ideas musicales a su nivel usando el vocabulario que ha adquirido, con esto ya entramos en la transición a la segunda etapa de aprendizaje del piano donde se centra en el trabajo bien secuenciado de patrones, en las sílabas rítmicas y tonales, y en un trabajo de consolidación y desarrollo de la técnica básica pianística. Las piezas serán más complejas y requieren una comprensión de los patrones dentro del contexto tonal de tónica y dominante en mayor y menor además de la estructura de una composición. Trataremos estos temas en el siguiente artículo. Espero que hasta aquí hayáis encontrado información útil y que cualquier pregunta que tengáis la pongáis en un comentario, que prometo responder (además, siempre puede ser de interés para algún lector del blog).

 

2 thoughts on “La MLT en la enseñanza del piano – 2 (la etapa inicial)

  1. Excelente artículo e información, felicitaciones y mi agradecimiento por todo el trabajo y esfuerzo vertido en la enseñanza de la música.

El diálogo fomenta las ideas: os invito a comentar!

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