Un tema recurrente en este blog es lo del Do fijo/Do movible. Para aquellas personas que no están familiarizadas con la cuestión, doy aquí una breve explicación:
En los países de influencia inglesa y alemana los nombres de las notas son letras: la letra A es la nota La, la B es Si, etc. En estos países las sílabas do, re, mi… no se refieren a notas concretas sino a los grados de la escala, y en lugar de solfear con nombres de notas se hace con estas sílabas, que hacen referencia a las alturas relativas de las notas y no a las notas en sí. Las letras se usan para referirse a las notas concretas, pero generalmente sin cantarlas. Esto es lo que se llama el sistema del Do movible, o lo que también se puede dominar “sistema de tónica movible”. Dentro de él hay dos enfoques diferentes: en uno, la sílaba Do siempre se refiere a la tónica, o sea, el primer grado de la escala, tanto en mayor como en menor, y en el otro sistema la sílaba Do es la tónica en mayor y La es la tónica en menor (así mismo, Re es la tónica del modo dórico, Mi es la tónica del modo frigio, y así sucesivamente). Este segundo sistema es el que utiliza Edwin Gordon en su Music Learning Theory (la Teoría del aprendizaje musical).
En los países de influencia latina (España, Francia, Italia, Portugal, y muchos otros), desde que se adoptó a finales del siglo XVI, el sistema musical vigente es el del Do fijo. En este sistema las sílabas do, re, mi… son los nombres “propios” de las notas. A raíz de esto, la educación musical de estos países tradicionalmente ha dado prioridad al oído absoluto (la capacidad de identificar auditivamente las notas aisladas de su contexto musical) mientras que en los países donde es habitual usar el Do movible se da más prioridad al oído relativo (el saber identificar notas a través del papel que juegan en el contexto tonal).
Así se han creado dos campos dentro de la pedagogía musical: unos que están a favor del sistema del Do fijo y otros que consideran que el del Do movible es más útil en la educación del oído musical. En su libro Learning Sequences in Music, Gordon analiza los distintos sistemas, tanto los que han existido a través de la historia como los que existen actualmente, y opina que, aunque el sistema del Do fijo puede ser útil a nivel avanzado en el caso de querer solfear música compleja, no sirve para educar el oído en las relaciones tonales – que son las que dan significado a la música (incluso a la música atonal, afirma) – sin antes proveer al alumno de una gran cantidad de conocimientos teóricos, lo cual significa que antes de los 11 años no se puede ni empezar a formar su oído musical ya que el cerebro no está aún lo suficientemente desarrollado para comprender y manejar las ideas abstractas de la teoría musical. Esto, para Gordon, es totalmente contrario a lo que sería deseable: educar el oído musical desde muy temprana edad sin necesidad de conocimientos teóricos.
Un estudio del 2009 realizado por Alena Holmes, encontró mejores resultados en cantar a vista entre los niños de 7 a 8 años que habían recibido instrucción con el Do movible, comparados con los niños que habían sido enseñados mediante el sistema del Do fijo.
Los que enseñan música en los países donde se usa el Do fijo y quieren educar el oído musical de sus alumnos suelen optar o por un cambio radical, adoptando el sistema de Do movible junto con las letras como nombres de notas – lo cual obliga al alumno a adoptar un sistema foráneo – o buscan alternativas como los números, que en los alumnos más pequeños suelen tener importantes inconvenientes, o intentan adaptar las ideas de Kodaly combinando los dos sistemas (el método Irineu Segarra, por ejemplo), lo cual puede dejar atrás más de un alumno por la confusión que origina usar las mismas sílabas para dos conceptos totalmente distintos.
En este blog propongo otra alternativa, que es una serie de sílabas tonales nuevas que pueden usarse con el Do fijo evitando las confusiones que originan los otros métodos, y haciendo posible entrenar fácilmente el oído musical desde edades tempranas. Durante más de cinco años han demostrado ser sumamente efectivas, lo cual evidencian todos los alumnos que los han usado, que muestran un entendimiento de los modos y las funciones tonales y una capacidad de lectura con comprensión musical antes inimaginables a su edad, añadidos a la creatividad con criterio musical que fomenta la enseñanza con la Teoría del aprendizaje musical. Para saber más sobre estas sílabas tonales alternativas, hay varios artículos en este blog sobre el tema, incluidos algunos con vídeos que muestran su uso con alumnos. Si tenéis alguna pregunta siempre podéis dejar un comentario o contactarme via email.
Hola Katherine,
Me gustaría comprar el libro “Learning sequences in music” pero no lo he encontrado en el IGEME. No existe todavía la traducción en español ¿verdad?
No sabía que había un método que utilizaba la sílaba DO refiriéndose a la tónica del mayor y del menor. ¿Qué método utiliza éste enfoque?
Muchas gracias
Hola Javier,
El libro “Learning Sequences in Music” hay que comprarlo en internet, no lo tienen en el IGEME. No hay traducción al español.
En cuanto al sistema del Do como tónica del mayor y menor, lo utilizan bastante a nivel universitario en Estados Unidos – siempre hay debate sobre cual es mejor, pero desde el punto de vista de Gordon no ayuda a formar el oído musical. Personalmente no conozco cual método en concreto lo usa. En general se tiene que usar con alumnos mayores porque hace falta mucha comprensión teórica. Un poco como los números.
Gracias por tus preguntas!